¿OS SUENA? Por Alfredo Duro
LAS SIETE PLAGAS
Por Alfredo Duro
Pues era eso, justamente, lo último que me faltaba por oír en la áspera y dura travesía que el Real Madrid ha emprendido desde las últimas elecciones: que sobre el club ha caído la maldición de las siete plagas y aún le quedan cuatro por sufrir. Les explico. Cuando la nación de Israel estaba esclavizada en Egipto, Dios escogió a Moisés como líder. Las duras condiciones de trabajo y la falta de alimento de los hebreos llevó a Moisés a dirigirse al Faraón y solicitar la libertad para su pueblo. El Faraón reaccionó imponiendo más trabajo bajo condiciones aún peores. La respuesta de Moisés al desprecio del Faraón por su pueblo dio origen a las siete plagas que cayeron sobre Egipto. Estas siete plagas son consideradas en algunas interpretaciones del Apocalipsis como “las siete copas de oro, llenas de la ira de Dios”, y para uno de los socios que tomó la palabra durante la Asamblea de Compromisarios, se trata de la purga que el Madrid está pagando por la arrogancia y la soberbia que han presidido las actuaciones del club durante los últimos seis años, es decir, desde la llegada de Florentino Pérez a la presidencia. Según éste socio, que responde al nombre de Juan José, Florentino y el Faraón se han pasado de la raya una barbaridad y han provocado la ira divina. Y así estamos. Tres años sin títulos, que cuentan como las tres primeras plagas, y otras cuatro que están por venir.
La ausencia de misericordia en ésta época de plagas es lo que debe explicar que después de horas y horas de Asamblea sigamos como antes, es decir, con la trampa del voto por correo (en realidad ni es voto ni se hace por correo) legitimada por la voluntad de los 320 socios que así lo decidieron pasadas las cuatro de la tarde. Esta ridícula representación de los más de 65.000 socios con derecho a voto es consecuencia del agotamiento del modelo de gestión del Real Madrid, que en los tiempos actuales se muestra incapaz de actualizar y modernizar sus órganos de representación para garantizar la voluntad REAL de la mayoría. Menos de la mitad de los socios compromisarios se presentaron a esta convocatoria y, por el momento, ninguno ha perdido su condición de compromisario. Esto quiere decir que el club no está en condiciones de acabar con la actitud de burla con la que estos individuos dicen representar a la mayoría. Desde su casa y pasando por completo de la obligación que tienen contraída con los socios.
Pero ahí están Capello y su gente, los jugadores. Ganando partidos y enviando señales de que no sólo van en serio, sino que encima han hecho de la cuestión asunto de honor. El italiano no quiere saber nada de plagas ni Apocalipsis. A él, que no le hablen de mares de vidrio y sangre teñidos con fuego. Que no le vengan con oscuridad y deidades. Sigue con lo suyo: compromiso, trabajo, orden, disciplina, verticalidad, unidad, correspondencia, anticipación, los medios centros destructores, las paradas de Casillas…. y un fútbol en el que a falta de brillo y magia se han instalado el sufrimiento y los buenos resultados. Si quieren, una larga lista de motivos para seguir discutiendo sobre su idea, pero al mismo tiempo una sucesión de hechos que le convierten en lo menos sospechoso que ha ocurrido últimamente en el Madrid. Con el bastón en sus manos las plagas parecen menos plagas.
Duro ¿os suena?
Escrito por Alfredo Duro | 12:53 p. m. | Enlace permanente