El mejor entrenador del mundo (Por Alfredo Duro)

¿os suena?

Por Alfredo Duro

Responde al nombre de Rafa Benítez, y en contra de todo tipo de previsiones, ha logrado meter al Liverpool en la final de la Champions por segunda vez en tres años. Antes de llegar a Inglaterra hizo al Valencia campeón de liga y de la UEFA, y en su primera temporada en Liverpool conquistó el trono europeo en aquella inolvidable remontada en la final continental de Estambul frente al Milan. En medio de todo esto ha tenido tiempo incluso para decirle no al Real Madrid, rechazando una de las ofertas más impresionantes que le puede llegar a un entrenador. Sí, es Rafa Benítez. Un joven apasionado del fútbol nacido en Madrid, cuyo nombre empieza a ser considerado como una leyenda en Liverpool, y que gracias a su metódica e inquebrantable confianza en sí mismo se ha ganado a pulso el título de mejor entrenador del mundo.

Y lo es porque está al alcance de muy pocos sacar tanto rendimiento de una plantilla como la del Liverpool, tan escasa de grandes estrellas como sobrada de compromiso y generosidad. Jugadores que no acaparan la luz de los focos, pero que confían ciegamente en el “estilo Benítez”. En esa particular y granítica forma que tiene su entrenador de interpretar el fútbol, demostrándoles en cada entrenamiento que están capacitados para ganar a los mejores.

Con la excepción de Gerrard, ninguno de los actuales jugadores del Liverpool ha estado en la agenda de los grandes clubes europeos. Algunos, como Zenden y Fowler, habían desaparecido de la escena y eran considerados exjugadores. Otros, como Kuyt y Xabi Alonso, han sido permanentemente señalados como ejemplo de jugadores sin el suficiente liderazgo para afrontar grandes retos. Reina, Arbeloa y Luis García han sido despreciados por Barcelona y Real Madrid. El resto ha tenido en la intrascendencia el equivalente al reconocimiento que muchos otros, con muchísimo menos, han recogido en años y años de vulgaridad.

Benítez fue despreciado en Valencia. Se le ninguneaba porque un mal entendido orgullo provinciano no le consideraba capacitado para dirigir el club. Se le faltaba al respeto diciendo de él que tenía nombre de torero y Benítez les pagó ganando la liga y la UEFA. Después de aquello resulta evidente que éste entrenador está por encima de aquel equipo. Y también ha estado muy por encima de la legión de “entendidos” que hace dos años le negaban la mínima posibilidad de hacer frente al todopoderoso e imbatible Barcelona primero y del no menos todopoderoso e imbatible Chelsea después. Benítez les ha pagado repitiendo dos años más tarde lo mismo que ya hizo entonces, ganarles en el campo y en el marcador sin dejar dudas en el camino. Este es Rafa Benítez, el mejor embajador que el fútbol español tiene en el mundo. El mejor entrenador del mundo.

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