Cura de humildad y pantagruélico asado

DESPERDICIOS 1 (MELGAR –PEN.-); TORPEDO CONTECSA, 2

Desperdicios (10-5-09): Teja; Rubio, Mena, Juni, Gonzalito, Melgar y Bustamante. También jugaron Marcial, Gonza, Pedro Riesco, Pipi, Matallanas. DT: Pedro Bounty. En la grada: Kiko, Rober. Javi Delgado y Toni Reina. Servicios generales: Juli.

No pudimos terminar la liga invictos. Fuimos campeones, pero perdimos la última jornada, que era la primera que se aplazó cuando cayó la nevada hace unos meses. El Torpedo Contecsa se jugaba el descenso y nos apretaron mucho. Tampoco hicimos nuestro mejor partido, pero pudimos ganar. Fue una cura de humildad que nos vendrá muy bien para encarar la Copa que empieza la próxima semana. Realmente el partido no tuvo mucha historia. Se pusieron 0-2 y luego redujo distancias Melgar, de penalti.

Nos fastidió perder, por supuesto, principalmente para ayudar a nuestros amigos de Los Pumas para que no descendieran (pero ellos ganaron y perdió La Gitana, por lo que no bajaron). Nos fastidió perder el único partido del torneo clausura, pero estábamos a otra cosa. Teníamos todos la cabeza puesa en el asado que nos preparó Oscar Mena en su casa. Gracias a la hospitalidad del Mencho y de su esposa Mónica, la gran artífice del encuentro, comimos un asado argentino pantagruélico. La carne la trajo Leo Millares, el tatuador de las estrellas. Leo Tatoo (el tipo que ha pintado la piel de Torres, Agüero, Guti, Dani Martín, entre muchos otros ‘cracks’) nos había invitado a un asado y cuando Mena ofreció su casa para hacer uno, mezclamos las invitaciones y de aquella surgió la comilona de ayer, que tuvo una divertida sobremesa. Busta cantó algún tema suyo en exclusiva para Abril, la hija de Mencho, ante la emoción de la niña y los presentes. El himno de Desperdicios, ‘Corazón contento’, fue cantado en varias ocasiones por todos los presentes.

Los detalles del buen rollito de Los Desperdicios, que acudieron acompañados por sus mujeres e hijos nos lo guardamos. Contar brevemente que muchos se bañaron en la piscina, unos por voluntad propia y otros obligados por el empeño de Busta y Mena que arrojaron a la pileta, como la llaman los argentinos, a Melgar, Juli, Leo, Teja, Pipi, Barby… Yo me salvé por los pelos porque me tenía que ir al Calderón a currar en el Atleti-Espanyol, aunque me persiguieron hasta el coche como se puede ver en una de los fotos. Y Marcial tomó a su hijo Diego de rehén para evitar el chapuzó, aunque al final decidió bañarse como el Rubio... Nos lo pasamos muy bien, la verdad. Fue un 'finde' redondo que empezamos en la cárcel (ver) y acabó en la piscinita del Mencho.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL FINAL DEL ASADO