Gallitos de asamblea (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
El tipo se paseaba por la grada y los pasillos como si estuviera en el jardín de su casa. Ufano y jactancioso. Como un fanfarrón que se siente el dueño de la situación por el simple hecho que nadie le impide gritar como un alborotador profesional, que es lo que él y unos cuantos voceras de su misma calaña demostraron de manera bochornosa durante la celebración de la Asamblea de socios compromisarios del Real Madrid. Un tipo con jersey a rayas, con los ojos fuera de las órbitas y a punto de echar espuma por la boca, envalentonado por el coro de gritos desaforados que pedían la dimisión de Ramón Calderón. Un personaje de formas grotescas y estridentes, crecido porque sus compinches le jaleaban con notable eco, y se escandalizaban porque tomaba la palabra alguien que no era de su cuerda.: “¡Vendido!¡Sinvergüenza!”, le gritaban al que pedía el sí para los nuevos estatutos. Y se desgañitaban los tíos, como buenos “gallitos de asamblea” y destripaterrones que desconocen el significado de la palabra respeto. Y los demás miraban, y se avergonzaban algunos, y otros se sumaban al coro. Y aquello seguía.
Tan demencial escenario alcanza su punto más vergonzante cuando se comprueba que, entre los que intentan reventar la Asamblea, descalificando y pataleando, se encuentra un miembro de la Junta Electoral del Real Madrid, ejemplo de parcialidad y amiguismo, que con el mayor descaro y sin el menor pudor, se suman a la obscena demostración de intolerancia en la que se convirtió la Asamblea de teóricos “notables”. Eso hizo uno de estos cinco sujetos, responsables de haber hecho la vista gorda ante los excesos que determinadas candidaturas cometieron durante las últimas elecciones, sin importarles la manipulación de la que fue objeto el voto por correo. No tuvieron la dignidad de abandonar el cargo que ellos maltratan a pesar que, en su sentencia, el Juzgado nº47, les puso al descubierto: “queda, pues, reconocido explícitamente por quienes debían observar total transparencia y neutralidad - Presidente y Secretario de la junta Electoral- que no solo no existió cautela o garantía alguna que impidiera la delegación del voto (expresa e inequívocamente prohibida por los Estatutos), sino que su practica era notoria y abiertamente empleada por las Peñas Deportivas entre otros colectivos”.
Decía un compromisario en el uso de la palabra, dirigiéndose a Calderón, que “hay muchas personas capaces de todo para llegar a la presidencia del Real Madrid”. Y es cierto. Quedó demostrado en las elecciones del año 2000, cuando el abuso desmedido de ese invento maligno llamado voto por correo, se llevó por delante a quien acababa de ganar una Copa de Europa sin percatarse de la gigantesca capacidad de manipulación y perversa influencia que tiene un voto descontrolado que se manosea por las candidaturas sin la menor garantía de ser personal ni secreto. Ese voto, invalidado por la Justicia, sigue sin ser desterrado por el madridismo, que mantiene abiertas profundas heridas sociales y se empeña en negar el paso hacia adelante que, en lo institucional, exigen los nuevos tiempos. A esta Asamblea, que ha tumbado la propuesta de Calderón de manera inobjetable, le queda por demostrar que representa la voluntad de la mayoría. Porque la mayoría del madridismo no es partidaria de las rayas. Que lo sepa el del jersey.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 1:46 p. m. | Enlace permanente