De amaños, pactos y primas
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Las especulaciones arrecian de cara a la última jornada liguera. En dos partidos, Mallorca-Zaragoza y Racing-Osasuna, los locales se juegan la UEFA y los visitantes el descenso a Segunda división y se apuntan a pactos en tiempo real en función de como vaya el resultado en Son Moix y en El Sardinero. ¿Son posibles estos pactos? ¿Es posible que durante el partido los jugadores de un equipo decidan hacer un gol porque haya marcado otro equipo en otro campo? Pongamos un supuesto, el Mallorca se adelanta al Zaragoza, o viceversa, en el minuto 10, la noticia llega al segundo a Santander y el Racing le marca a Osasuna, o viceversa, en el minuto doce. No parece que esto sea posible, ¿verdad? Otra cosa es apalabrar sobre la marcha un empate que le venga bien a dos equipos, como podría suceder en el Recre-Valladolid si hasta el Nuevo Colombino llega la noticia de que el Mallorca va venciendo al Zaragoza y el partido de Huelva va empatado en ese momento. Ese pacto es más real, pero lo de que un equipo le marque a otro, mejor dicho, que un equipo se deje meter un gol no me entra en la cabeza. Aunque entre los futbolistas puede haber ovejas negras, como en cualquier colectivo, se me antoja harto complicado que pueda suceder el supuesto anteriormente citado, porque se tendría que haber 22 ovejas negras, 22 futbolistas puestos de acuerdo en amañar un partido.
Desde Santander se ha dicho que la victoria del Mallorca en el Camp Nou es sospechosa. Viendo los tres goles que hace el conjunto de Manzano ante el Barça se desmonta esta teoría conspirativa señalada incluso por Marcelino, técnico del Racing, que dejó flotando la duda en sus declaraciones. El Racing falló las dos últimas jornadas y el Mallorca sacó adelante sus partidos, como lo hicieron el Atlético y el Sevilla, que precisamente ganó a su rival directo en Santander. Colchoneros y sevillistas consiguieron sus objetivos y el Mallorca se colocó a un punto de la UEFA, mientras el Racing dilapidó su ventaja y le entraron las dudas de la consecución del mayor logro de su historia que sería clasificarse para una competición europea. Y es desde Santander desde donde más se está especulando, desde mentideros periodísticos, sobre el posible pacto entre Racing y Osasuna en función de lo que suceda en el Mallorca-Zaragoza.
El calendario, caprichoso, sin embargo ha querido que los maletines no vuelen en la última jornada, ya que ni Mallorca ni Osasuna ni Racing ni Zaragoza necesitan un incentivo de un tercero por conseguir la victoria. Y es que las primas a terceros por ganar, que siempre las ha habido y siempre las habrá, las legalicen o no, no existirán, a priori, en esta última jornada. Como no existieron en un partido que era proclive para que un tercero, en este caso el Sevilla, motivara con unos miles de euros a los jugadores del Deportivo en su visita al Calderón. Pues el conjunto hispalense no ofreció ni un euro a los jugadores del Depor, que aún trabajó duro, pero sin éxito, para dar la vuelta al gol de Forlán. Si hubo maletines la jornada anterior. Por ejemplo el Mallorca jugó extra motivado ante Osasuna. Entonces, antes de jugarse aquella jornada, la posibilidad de UEFA de los de Goyo Manzano se encontraba a seis puntos y los rivales para el descenso del Osasuna se rascaron el bolsillo y primaron a los jugadores bermellones, que consiguieron ganar en el último minuto al conjunto navarro.
Las primas a terceros por ganar son moneda común cada final de temporada. Giner, ex del Valencia, reconoció abiertamente hace dos semanas que el Valencia jugó primado aquel partido en el que el SuperDepor de Bebeto, Arsenio y compañía perdió la Liga tras aquel histórico penalti fallado por Djukic. Hubo, hay y habrá primas a terceros. Pero cuando más maletines corrieron por la piel de toro fue en la Liga de Segunda en el primer ‘añito en el infierno’ del Atlético, con la presencia en aquella competición de Betis, Sevilla y el propio Atlético. En aquella última jornada de aquella temporada 2001/2002 no sólo hubo primas por ganar y hubo alguna ‘oveja negra’ que puso precio a su dignidad como deportista. Y esta temporada también se han echado en falta los incentivos de Pedro Villarroel, dueño del Levante, que lleva temporadas y temporadas regando de billetes a diferentes equipos y jugadores a nivel individual, fichándoles incluso para un futuro, con el objetivo de conseguir el ascenso o la permanencia. Pero esta temporada el Levante ha descendido muy pronto y Villarroel tampoco tenía rivales a los que primar.
Escrito por Matallanas | 2:40 a. m. | Enlace permanente