mata-dor. columna publicada hoy en marca

J. G. MATALLANAS. El culebrón Robinho vive sus últimos capítulos. El guión se está cumpliendo como había diseñado el futbolista brasileño. Los pasos que está dando Robinho no son desconocidos ni sorprenden al Real Madrid. Al contrario. Fue el propio club madridista el que le emplazó a realizar declaraciones públicas afirmando que se quería marchar al Chelsea como una de las condiciones para venderle. Fue Ramón Calderón, con el conocimiento de Pedja Mijatovic, quien, cuando le dio su palabra de que le vendería si el Chelsea traía 40 millones de euros, quien le dijo que debería decir públicamente que el se quería marchar.

Por eso, y a la espera de que Peter Kenyon, máximo ejecutivo del Chelsea, viaje mañana a Madrid con la intención de cerrar el fichaje de Robinho, el brasileño se está planteando enviar una carta al Real Madrid, como le ha solicitado Ramón Calderón, pero en unos términos diferentes. En lugar de solicitar la rescisión unilateral de su contrato como le solicita el presidente, recordará la promesa del propio Calderón de que le vendería por 40 millones de euros (promesa que conoce Mijatovic) y su petición de que declarará públicamente que se quería marchar para que los aficionados tuvieran claro que se iba porque quería y no porque lo vendía el club. Peter Kenyon ya estuvo el pasado miércoles en Madrid reunido con José Angel Sánchez, director general ejecutivo del Real Madrid, y ofreció 35 millones de euros. Kenyon quedó en volver el viernes a continuar la negociación pero finalmente aplazó su llegada a mañana lunes, por el revuelo que se montó por las explosivas y guionadas declaraciones de Robinho a EFE.

Robinho espera estar en Londres esta semana. Si finalmente no se realizara el traspaso, se quedaría a disgusto en el Real Madrid y en ese supuesto, que no contempla ni por asomo Robinho ya que está convencido de que le venderán, no piensa aceptar la propuesta de renovación, por más que el Real Madrid se ha aproximado a los 6 millones de euros netos por temporada que le ofrece el Chelsea. Pero Robinho se siente dolido porque sólo le han hecho la oferta de renovación cuando Cristiano Ronaldo desechó su fichaje por el Real Madrid. “Me quiero ir al Chelsea”. Robinho se lo dijo a Mijatovic en la primera reunión que mantuvo el 14 de julio con el club y lo ha repetido públicamente el pasado viernes 22 de agosto. Robinho se mantiene firme. Muy firme. Y Calderón sabe que empeñó su palabra y que la debe cumplir.