el arquero. artículo publicado en la razón

Por Kiko Narváez

Viendo a Pep el sábado en el banquillo del Camp Nou hiperactivo y metido de lleno en el partido desde el minuto uno, me vinieron a la mente momentos de las concentraciones con la selección española. Era rara la vez que tanto Luis Enrique como el Pitu Abelardo no le vacilaban a Guardiola con el día que estaba en ‘on’ y con el día en el que estaba en ‘off’, días en los que se aislaba y se metía en su mundo y no daba ni bola a nadie en la concentración. De míster ha dejado claro que está encendido en todo momento y las 24 horas del día sólo piensa en fútbol. Si alguno albergaba la más mínima duda de que en el clásico cambiase su planteamiento por tener enfrente al siempre temible Real Madrid, Pep ha sido el mismo en el Camp Nou y tengo plena seguridad de que en el Bernabéu también será fiel a sí mismo y no le podrá el miedo escénico como les llegó a suceder a otros de la talla de Cruyff o de Rijkaard.

Desde el minuto uno comprobamos la propuesta de Juande conteniendo la presión asfixiante del FC Barcelona. Creía que al Real Madrid le iban a desfigurar la cara y se reveló como un encajador formidable. No se llevó ni un rasguño en su orgullo y se fue con la cabeza alta. Con la Liga muy difícil, porque el Barça le saca cuatro partidos, el Madrid se convierte en un serio candidato a la Champions, porque si acierta en los dos refuerzos y el nuevo entrenador blanco los organiza como en el Camp Nou, está a solo siete partidos de conseguir la ansiada Décima Copa de Europa. El de Pedro Muñoz respondió en la primera cita importante a los que preguntaban por la cantera. Fue tan fácil como poner a uno de ellos. El chaval que dejó el miedo escénico en el descanso, ante el desconocimiento de sus virtudes por parte de Abidal, tuvo un descaro que puede servir de Palanca al resto de los canteranos.

Aunque no entienda yo lo que dice Obama, me pasa con el nuevo presidente de los Estados Unidos lo que me ocurre cuando veo actuar y hablar a Pep, quien también llama la atención, sin caer en la arrogancia, por la seguridad y confianza con la que explica, transmite y comunica todos sus planteamientos y su filosofía. Los madridistas pueden soñar con que Pep vuelva a tener algún día en ‘off’ de aquellos en los que le vacilaban el Pitu y Luis Enrique. No es por quitarles la ilusión a los blancos, pero el ‘Pepino’ está más enchufado que nunca y esta Liga es muy difícil que se le escape. Por no decir imposible.