¡Y Schuster, tan pancho!
Bernd Schuster respiró aliviado cuando Pedja Mijatovic le comunicó su destitución. Decía el director deportivo que el alemán había estado encantador en el encuentro en el que le comunicó su despido. ¡Cómo para no estarlo! Sí no había nada que negociar. El club le debía pagar íntegramente su contrato hasta el 30 de junio de 2010 y mañana paz y después gloria para el propio Bernardo y para el Real Madrid. Porque tanto el equipo blanco descansará de Schuster como el propio Bernardo descansará de una situación de la que no era culpable. Cuatro millones y medio de euros netos y para casa a esperar equipo para la próxima temporda.
Schuster parecía tener algún problema. Parecía que iba a obligado a su trabajo. No vendía al Madrid como debe vender a su club su entrenador. Realmente no era el culpable de la crisis deportiva que vive el club porque no es normal la plaga de lesiones que asola al equipo y porque la configuración de la plantilla es deficiente, con un plantel descompensado. Schuster estaba pidiendo a gritos que le echarán. Mucho más cuando se enteró que los dirigentes del club habían contactado con Juande Ramos. Por eso hizo las declaraciones insoportables para el madridismo y sus dirigentes de que no era posible ganar en el Camp Nou y que el equipo necesitaba un golpe de efecto. Lo dijo porque sabía que el recambio estaba preparado.
Ayer Schuster era un tipo relajado. Se le veía risueño, como el que se quita un peso de encima, en la comida que tuvo en el restaurante De María de Majadahonda con su agente Mariano Aguilar, su abogado Vicente Montes, su amigo y ex compañero de Juanma López, su mujer y su pequeña hija Victoria. El alemán ha podido desaprovechar la ocasión de ser otra manera de cara a la galería, como se lo exigía su cargo, pero se marcha con la conciencia tranquila porque, aunque no consiguió la excelencia prometida, ganó una Liga con autoridad contando con una plantilla inferior a la del Barcelona.
Bernardo se va a ir una semanita a jugar al golf y se va a relajar durante las fechas navideñas. Luego empezará a buscar equipo, sin tanta prisa como Juande, Schuster ha pactado con el club no hacer declaraciones en unos días. Y cuando hable tampoco tiene claro que va a pegar una rajada. Pero, conociéndole, alguna perlita dejará en forma de titular. De momento, el alemán verá tan pancho el Barça-Madrid del próximo sábado. ¿Con quién irá?
Escrito por Matallanas | 2:24 a. m. | Enlace permanente