Seis holandeses, seis. Con la llegada de Huntelaar, el Real Madrid cuenta en su plantilla con la mayor colonia holandesa de la Liga. Seis holandeses, seis. Sólo les falta a un holandés en el banquillo y, como Schuster cuenta con muy pocas opciones de seguir la próxima temporada, gane o no gane títulos, el Real Madrid tiene la posibilidad de fichar a un holandés para el banquillo: ¡Frank Rijkaard!

Seis holandeses, seis. Van Nistelrooy, Sneijder, Van der Vaart, Robben, Drenthe y Huntelaar. En el Real Madrid se ha pasado del clan brasileño, eliminado en los últimos años y que sólo cuenta ahora con la presencia testimonial de Marcelo, al clan holandés. No es ni bueno ni malo. El tiempo dará o quitará razones. Pero el precedente del Barcelona a finales de la década de los 90 no es el mejor ejemplo. Hace nueve años, con Van Gaal en el banquillo, el Barcelona tuvo en su plantilla a ocho holandeses. Recordemos: Hesp, Reiziger, Frank De Boer, Bogarde, Ronald De Boer, Cocu, Zenden y Kluivert. Aquel Barça no funcionó, con aquel cuadriculado Van Gaal en el banquillo, acabó en crisis. Cuando ficharon a los hermanos De Boer, El País publicó la opinión de Kluivert en la noticia que daba fe del séptimo y octavo holandés: "¿Consideras peligroso tanto holandés junto?", se le preguntó a Kluivert tras el entrenamiento, eclipsado por el fichaje de los gemelos. "Sí que lo es. Si las cosas van mal, se podrá decir que es culpa de todos nosotros", admitió el delantero. "Aunque eso", matizó, "puede ocurrirles también a los demás". Y acabó diciendo que podía "imaginar" el malestar de los jugadores canteranos y españoles -"Tienen razón, pero tendremos que jugar y no fijarnos en eso"- y en la irritación del público: "Tampoco los socios del Ajax entenderían la llegada de ocho catalanes". Por cierto, los ayudantes de Van Gaal también eran holandeses: Van der Lem, Franz Hoek y Koeman.
¡Qué fichen a Frank! Rijkaard está de año sabático. Se quedó sin equipo y espera su oportunidad. Podría entrar en el Milan si saliera Ancelotti. Sería un buen entrenador para el Real Madrid. Su fútbol está más acorde a los gustos de los madridistas. Y no tendría problema para se aceptado por el madridismo porque, aunque entrenó e hizo triunfar al Barça, no es una viaja gloria culé. Fuera de broma, Rijkaard no está en la agenda del Madrid, por más que le iría bien para entrenar a sus seis compatriotas, y si cuenta con opciones de dirigir al Milan, al igual que su ex compañero Van Basten. En San Siro, Frank sí fue ídolo como miembro del inigualable Milan de Sacchi, como Marco.

Aunque no está Calderón para pensar en fichar entrenadores. Para el presidente del Real Madrid lo más importante es la Asamblea General de socios compromisarios que se celebra este domingo. La Asamblea del 7-D debería ser un paseo militar para Calderón, después de que se renovasen el pasado verano, sin luz ni taquígrafos, los miembros que componen el máximo órgano de gobierno del Real Madrid. Y todo indica, según filtra el entorno del presidente, de que será un paseo militar para don Ramón y se aprobarán las cuentas sin problemas. Sería lo lógico. Aunque la dimisión y acusaciones de Michel han vuelto a destrozar, una vez más, la pobre imagen que tiene Calderón ante la masa social madridista, se supone que, salvo sorpresa en forma de moción de censura, Ramón Calderón sacará adelante sin problemas la Asamblea. Si no la saca, sus días en el Madrid deberían estar contados, pero Calderón no contempla, ni por asomo, perder la Asamblea y, mucho menos, marcharse antes de que concluya su mandato en 2010. Mientras tanto, ahí va, pasando de la cantera y fichando holandeses.