La decisión de ayer de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Fútbol de nombrar a Ramón Calderón presidente de la Comisión del Centenario de la RFEF es otro órdago de su presidente Ángel María Villar. Un órdago del que se sabe ganador apostando a grande con cuatro reyes de mano. No le valía a Villar con mantener al señor Calderón de vicepresidente de la RFEF por los servicios de apoyo prestados. No era suficiente y para demostrar que es el que mea más largo le nombra presidente del Centenario.

¿Qué busca Villar? ¿Quiere demostrar que después de ganar un pulso a Zapatero y al grupo Prisa hace lo que le da la real gana? Hasta el propio Ramón Calderón rechazó la propuesta inicial diciendo que no era el momento más adecuado para que el nombraran el responsable del Centenario de la Real Federación Española de Fútbol. Pero toda la junta directiva de la RFEF le insistió y le convenció para que aceptara el cargo. Y Calderón aceptó una propuesta que nunca debería aceptar, por la delicada situación que vive, que el mismo se sabe se puede agravar en cuestión de horas porque los escándalos de su etapa como presidente del Real Madrid aún no han terminado.

Villar es un tipo respetado en UEFA y en FIFA. Villar se encuentra por encima del bien y del mal después de haber salido reelegido como presidente de la RFEF después de que una campaña mediática de acoso y derribo por parte de varios medios de comunicación no le tumbaran como presidente. Pero Villar no mide y en el nombramiento de Ramón Calderón vuelve a provocar a los medios de comunicación y hasta a las autoridades políticas. No mide. Le da igual. Tira para adelante y sigue su camino con la esperanza de que la Península Ibérica celebre el Mundial 2018, una Copa del Mundo que tiene todas las papeletas celebrarse en Estados Unidos, pero Villar apretará para conseguirla, en una fecha en la que espera estar presidiendo FIFA o UEFA, o las dos, que capacidad tiene el ex jugador del Athletic Club de Bilbao.

Ramón Calderón celebró en la discoteca Pachá con su gente, infiltrados en la Asamblea incluidos, su salida de la presidencia del Real Madrid. Le montó la fiesta Pedro Trapote, que sigue siendo directivo del Real Madrid pese a que la mayoría de los infiltrados en la Asamblea del 7-D trabajan para él. En la despedida estuvieron Nanín, Barcena y compañía. En Pachá se echó en falta a Villar, pero no lo tomó en cuenta y le mantiene de vicepresidente de la RFEF y como presidente del Centenario de la Federación de Fútbol. Villar es un fenómeno. El que mea más largo.