El legado del Barça de Guardiola
Cuando un equipo de fútbol marca una época, su estilo se intenta imitar por los demás equipos. Sucedió con el Brasil del 70, con La Naranja Mecánica holandesa, con el Milan de Sacchi, con La Quinta del Buitre, con el Dream Team de Cruyff sucederá con el Pep Team (y con la España de Luis Aragonés).
La histórica gesta que ha logrado el Barça de Guardiola, ganando por primera vez en el fútbol español Liga, Copa y Champions en la misma temporada es positiva para el fútbol. Es bueno que gane un equipo que juega bien, un equipo que arriesga, un equipo que ataca como principio elemental, que defiende atacando. Un equipo que juega con interiores y con extremos, que es como se juega bien al fútbol, sobre todo con interiores.
No todos los equipos pueden contar con Xavi, Iniesta y Messi, no todos los equipos pueden atesorar en sus filas tanta calidad, centrales que sacan el balón jugado como Márquez y Piqué, laterales totales como Dani Alves, delanteros como Henry y Etoo, o con banquillo con Bojan, Keita o Silvinho. Pero muchos entrenadores intentarán poner en práctica el modelo de Guardiola, como todos intentaron imitar la presión, el fútbol en 40 metros del Milan de Sacchi, que triunfó y revolucionó el fútbol por contar con futbolistas de la calidad de Van Basten, Gullit, Rijkaard, Ancelotti, Baresi y Maldini.
Sir Alex Ferguson pretendió neutralizar al Barça con un ‘overbooking’ de delanteros, dejando en el doble pivote a Giggs con Carrick (este es un ‘4’ que podría jugar perfectamente en el Barça en el sitio de Touré y de Sergio Busquest). Error de principiante del experto y laureado técnico escocés que aprovecharon Xavi e Iniesta, con un Messi que creció durante el partido, para destrozar al United.
Guardiola, con el 1-0, no cayó en el conservadurismo de meter el músculo de Keita por el fatigado Henry, y mantuvo su propuesta hasta que llegó el 2-0, principalmente porque Titi salía de una lesión y ya no podía más.
El legado del Barcelona de Guardiola es importante para que el fútbol crezca como espectáculo, para que todos los equipos intenten jugar bien porque es el camino más corto para ganar y la manera de mantener los estadios llenos y las audiencias de televisión porque ofreces espectáculo. En la final de la Champions, con todo el planeta fútbol pendiente del partidazo, el Barcelona de Guardiola fue fiel a si mismo. Por eso ganó y por eso maravilló al mundo, porque jugó como lo había hecho toda la temporada y evitó especular como se suele hacer en las finales para asegurar el resultado.
Escrito por Matallanas | 11:35 a. m. | Enlace permanente