Un Atleti de época
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. "No veía jugar así al Atleti desde el siglo pasado", comentaba un aficionado a la salida del Manzanares. El Atlético de Madrid parece que va en serio. Parece que de una vez por todas es candidato real a la Champions. Con una inversión de 80 millones de euros no puede aspirar a otra cosa. Es ya una obligación. El Atlético tiene una pegada brutal. Cuenta con opciones ofensivas lideradas por la dupla Forlán-Agüero, cuenta con Maxi y Luis García, volviendo ambos de sus lesiones de ligamentos cruzados, que son dos atacantes de primer nivel mundial; cuenta con Reyes y Simao, el primero que si quiere esforzarse es un grande y el segundo que le está costando más de lo previsto su readaptación a la Liga española; cuenta con Raúl García, un futbolista que no se le ha venido grande el Calderón y es un superclase, capacitado para jugar en un Atleti grande; Maniche da síntomas de estar regresando a ser ese llegador que deslumbró a Europa; Jurado es un superclase que irá estallando poco a poco.
La pegada es brutal y los problemas los encuentra en la defensa. Los números, que tanto le gustan a Javier Aguirre, hablan de la cuarta defensa menos goleada, pero el propio Vasco reconoció que les falta ajustar el sistema defensivo para no sufrir tanto. Seitaridis se va pareciendo al lateral derecho que deslumbró en la Eurocopa de Portugal, Perea y Pablo dan sensación de volver unos partidos y de estar perdidos en otros, Fabiano Eller ni fu ni fa, Pernía no le coge el punto a la rojiblanca y da la sensación de que le va a costar mucho cogerlo, Antonio López está descentrado por problemas personales, pero volverá, Ze Castro da muestras de excesiva fragilidad, por más que saque el balón bien de atrás. Y Leo Franco se encuentra nervioso, impreciso, como si la jerarquía que le han quitado en los despachos le hubiera afectado. Abbiatti tenía muchas papeletas de hacerse con el puesto, pero su pifia en el Camp Nou le hizo perder enteros…
Javier Aguirre y la plantilla pactaron tras el partido ante el Real Murcia y el pacto, en el que cedieron ambas partes, va saliendo bien. Los futbolistas se quejaron de que trabajaban poco y le pidieron jugar de una manera más ofensiva. Aguirre les exigió máximo compromiso y les pidió que confiaran en sus métodos. Ambas partes van cumpliendo su parte del trato y el gran beneficiado es el aficionado del Atlético que vuelve a disfrutar.
Con el Atlético se exagera siempre. En lo positivo y en lo negativo. En la victoria y en la derrota. Como es exagerar titular este post ‘Un Atleti de época’. Es exagerado porque el Atleti aún no ha hecho nada. Pero vuelve a ilusionar a los suyos. Lo que se está viviendo, lo que se vivió ante el Sevilla en la grada del Vicente Calderón, es algo que no se vivía hace años. El fútbol vertical, el hambre de triunfo con el que están afrontando los partidos los rojiblancos es algo que no se veía hace años, digamos que desde el histórico Doblete de 1996. Por eso decía ese aficionado que “no veía jugar así al Atleti desde el siglo pasado”.
El Atlético ya es cuarto. Pierde a Diego Forlán unas dos semanas y el Kun Agüero es duda para el partido del domingo ante el Villarreal. Se puede decir, con las reservas a las que obliga el conjunto colchonero en los últimos años, que este Atleti sigue teniendo buena pinta. Muy buena pinta. Con dos refuerzos en el mercado invernal tendrá más opciones de conseguir el objetivo, que no es otro que jugar la Champions League.
Escrito por Matallanas | 1:07 a. m. | Enlace permanente