EL RINCÓN DE JUDAS. ARTÍCULO PUBLICADO EN PÚBLICO EL 13 DE ABRIL DE 2008

Por Antonio Sanz

La semana concluye a cara y cruz. El anverso de la moneda nos presentó la puesta de largo del atrevido y revolucionario proyecto mediático de Elías Israel. Se trata de una nueva versión digital para apasionarse con ese matrimonio indisoluble que es Periodismo y Deporte. El lado oscuro se lo lleva sin discusión la injusta y cruel eliminación del Getafe. Mientras las sonrisas de muchos apuntaban al ‘viejo’ Kahn como la presa más fácil para derrocar al poderoso Bayern, el ‘Pato’, el más fiable de los azules, se convertía en cisne para flagelarse en una noche histórica, pero otra vez triste. Otra vez Münich en el camino. Otra vez un amargo final para premiar una portentosa exhibición de coraje y honor. No existen palabras para reforzar el orgullo de una caseta que necesita levantar cabeza para cruzar el río. El Manzanares aguarda la segunda final en seis días. No hay tiempo para meditar ni para reflexionar. Carguen pilas, apunten al objetivo y disparen sin dudas. El Valencia, que también se tropezó con la misma camiseta, no tendrá piedad con quien discurre preso del desconsuelo.

Mientras tanto, y como previo a la final de Copa del Rey, nos encontraremos a Luis Aragonés respondiendo al pueblo soberano. Como si se tratase de un político más. Todos pendientes de las afirmaciones de uno de los seleccionadores más discutidos de nuestra historia futbolista. Y Luis acude a los estudios de su tocayo Buñuel por el empeño de otro tocayo, Fernández, que considera claves las explicaciones del técnico de Hortaleza a quienes a partir de junio compartirán las alegrías y las, deseamos que mínimas, desventuras de nuestros jugadores. A Luis no le disgustó la idea. Cuando se lo comunicaron lo entendió como una obligación. Consideró que es de justicia atender el compromiso de explicar a la gente de la calle sus pareceres. Sin embargo, TVE tuvo que esperar 24 horas para obtener el sí. No es que Aragonés lo meditara más de la cuenta. Es que el ente público nacional solicitaba la respuesta el mismo día que España se medía a Italia en Elche. En la jornada del partido, Luis no atiende el teléfono móvil. Se recuerda entre carcajadas su reacción cuando sonó en mitad de una charla con el grupo horas antes de un encuentro. Luis, en esos arranques que le acompañan, estampó el aparato contra un sillón que escuchaba mudo los planteamientos del seleccionador. Por eso, la primera obtuvo el sí al día siguiente.

Me gustaría encontrar un Luis tranquilo, dicharachero, simpático, afable, sonriente. No me invento a Luis. Ese es el Luis que conocemos los que hemos estado cerca de él. Cuando se siente cómodo. Cuando no observa enemigos. Cuando admite la broma y el vacile. Cuando se siente con buenos amigos y los chistes y las anécdotas rebosan en la conversación. Este es el Luis que me gustaría ver. Que se parezca al del espíritu positivo y constructivo que llevó al Getafe a tumbar al Bayern. Así, de cara, seguro, saldrá fortalecido. Ah, y no olviden darse una vuelta por la red y detenerse en www.sportYou.es. Se divertirán. Como esperamos divertirnos con Aragonés.