El ocaso de Shevchenko
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Andriy Shevhenko llegó hace dos años al Chelsea. 51 millones de euros se gastó Abramovich en su penúltimo capricho. Dos años después, Sheva ha desaparecido del mapa hasta el extremo de no jugar ni un minuto en la final de Champions Manchester-Chelsea que se celebró el miércoles en Moscú y que ganó el United en la tanda de penaltis. En esta Liga de Campeones en la que el Chelsea ha quedado subcampeón, Sheva sólo ha jugado 5 partidos y ha marcado un solo gol.
¿Cómo es posible que Shevchenko no jugara ni un minuto en la final? ¿Cómo es posible que Grant ni siquiera le sacara para tirar un penalti en la tanda y prefiriera sacar antes a Belletti para ese cometido? ¿Tan mal anda Andriy para no jugar ni un minuto en una final de Champions? El ostracismo de Shevchenko fue sorprendente. Se trata de un jugador que fue decisivo en la tanda de penaltis de la final de 2003 que el Milan ganó a la Juve. También fue el que marró una pena máxima en la final que el Liverpool le levantó al Milan en Estambul en 2005 también la tanda de penaltis después de remontar un 3-0. En Moscú, Shevchenko contempló desde el banquillo el gol de Cristiano Ronaldo, el empate de Lampard, la expulsión de Drogba en la prórroga y la tanda de penaltis en la que Terry y Anelka desperdiciaron la ocasión de hacer campeón de Europa al Chelsea. Y nada pudo hacer Sheva, salvo ser un espectador de lujo.
Que Sheva no jugara ni un minuto de la final de Moscú invita a la reflexión. Su suplencia y su no participación es la muestra evidente de que Abramovich no se mete en las alineaciones porque si fuera por el magamillonario ruso dueño del Chelsea, el ucraniano jugaría fijo por la inversión que realizó y por el cariño personal que le tiene. Y también hay que detenerse en la inmediatez del fútbol moderno, en la falta de memoria, en la velocidad con la que el balompié fagocita a sus estrellas. Shevchenko ha pasado en dos años de ser uno de los tres mejores delanteros del mundo a ser un suplente con ficha galáctica que no juega ni participa en su equipo. Un ocaso equiparable al de Ronaldinho, quizás, pero sin encontrarse envuelto en tanta polémica de lesiones y bajas formas provocadas por la falta de entrenamiento y excesivos días de fiesta.
La estrella de Shevchenko se ha apagado. El Chelsea busca delanteros para suplir la prácticamente segura marcha de Drogba. Da la impresión de que no cuentan con el ucraniano. Al menos para ser titular. Con 31 años no puede estar acabado. No jugará con Ucrania la fase final de la Euro2008 porque no se ha clasificado. Y viendo su situación actual se antoja complicado que dispute la Euro2012 que celebra Ucrania conjuntamente con Polonia, a la que llegaría con 35 años, pero mucho debería cambiar su situación para que Sheva esté en esa Eurocopa que coorganiza su país.
Cuatro años después de ganar el Balón de Oro, el tercer goleador en la historia de la Champions no jugó ni un minuto en la final de la Liga de Campeones celebrada el miércoles en Moscú. Con 31 años (cumple 32 en septiembre) su caída de los altares futbolísticos ha sido meteórica. ¿Volverá a marcar goles el ucraniano que deslumbraba hace apenas dos años con su potencia, velocidad y olfato goleador? ¿Resurgirá Sheva?
Escrito por Matallanas | 1:05 a. m. | Enlace permanente