El destino de Javi Clemente
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Diecisiete partidos ha dirigido Javier Clemente al Real Murcia desde que se hizo cargo del equipo el pasado 8 de marzo. Dos victorias, dos empates y catorce derrotas son un pobre bagaje para un técnico de la trayectoria del ex seleccionador español. Cuando asumió el reto de salvar al Real Murcia del descenso, era prácticamente un imposible y no pudo cambiar el destino del retorno a Segunda en los doce partidos que dirigió. Cuando aceptó quedarse para devolver a Primera al equipo de Jesús Samper también arriesgó. Clemente quería debutar en Segunda división, una categoría complicada y desagradable, cuyos sinsabores ya está sintiendo y experimentando el de Baracaldo.
Dicen los que han trabajado con Clemente en los últimos años que ya queda poco de aquel entrenador que hizo campeón de Liga a su Athletic Club de Bilbao a principios de la década de los 80. Y que tampoco queda demasiado de aquel seleccionador que hizo de España un equipo, con un estilo propio, menos vistoso y atractivo para el aficionado que el que nos dio el título de campeón de Europa el pasado 29 de junio en Viena, pero un estilo que hizo a la selección un equipo ganador, aunque no consiguió ganar ni un Mundial ni una Eurocopa.
Sus horas en el banquillo del Real Murcia parecen contadas. La paciencia de Jesús Samper está siendo encomiable. Pero de luchar por el ascenso ha pasado en cinco jornadas a empezar a pensar en no descender a Segunda división B. Jesús Samper, además de propietario del Real Murcia, es el dueño de Santa Mónica, la empresa a la que ‘pertenece’ la Real Federación Española de Fútbol, la compañía que explota los ingresos de la RFEF. Habla bien de la limpieza del fútbol el hecho de que un hombre tan poderoso, tan influyente en la Federación, no haya podido hacer ‘nada’ para que su equipo no descienda. Cuentan las leyendas urbanas-futbolísticas que es por esta relación entre Villar y otros directivos federativos con Samper por lo que Clemente acaba entrenando al Real Murcia. Y afirman que esta relación es el motivo de tanta paciencia con el técnico vasco, una virtud muy poco extendida en el mundo del fútbol.
Javi Clemente ha explotado en los últimos años su faceta de comunicador. Se le nota más a gusto de comentarista en la COPE y de columnista en Marca que en un entrenamiento. Clemente tuvo en contra a más de la mitad de los medios de comunicación en su etapa de seleccionador, en un enfrentamiento que seguramente acabó afectando al rendimiento de aquel equipo. En la actualidad da la impresión que su salida pasa por volver a ejercer de opinólogo, porque sus últimas experiencias como entrenador no han sido las mejores. En el fútbol, como siempre dice Javi, los resultados mandan.
Escrito por Matallanas | 2:26 a. m. | Enlace permanente