Era uno de sus principales objetivos. Se lo planteó casi como una cuestión personal. Pep Guardiola quería recuperar al mejor Thierry Henry y le ha bastado una vuelta para conseguirlo. Cuando cogió el equipo Henry era su delantero centro. Luego reculó, aceptó la continuidad de Etoo y desplazó a la banda izquierda al francés, una demarcación que no agrada en absoluto a ‘Titi’. Pero Henry, cada partido que pasa, se parece más al delantero que deslumbró en el Arsenal, incluso jugando donde no le gusta y participando, como todos sus compañeros, en la fase defensiva del equipo.

La primera temporada de Henry en el Barcelona fue mala. A pesar de anotar 12 goles en Liga, su rendimiento no estuvo a la altura de las expectativas creadas y daba la razón a los mal pensados que apuntaban que Wenger le había traspasado porque ya estaba amortizado e iniciando su declive. Los números de Henry en la Premier League fueron impresionantes: anotó 175 goles en los 254 partidos que disputó en las ocho temporadas que actuó en los ‘Gunners’.

Esta temporada, Henry ya ha firmado 12 goles en Liga, los mismos que toda la pasada campaña. Y cada partido va a más. Se le ve implicado y ayudando en defensa, como en una jugada de la primera parte de ayer en la que despejó un balón desde su área, cuando había vuelto y se había quedado haciendo la cobertura a Abidal, en una demostración más de lo que es el Barça de Guardiola, que entusiasma por como ataca y también por como defiende, por la solidaridad defensiva de todos los que juegan, porque empieza a defender desde sus delanteros. Guardiola ha demostrado estar sobradamente preparado para dirigir al Barcelona y ha conseguido una de las primeras metas que se planteó: recuperar al mejor Henry, quien unido a los Etoo, Messi, Xavi, Iniesta, Alves, Busquets, Márquez, Puyol y compañía forman el mejor equipo del mundo.