Madrileño
escenas portuenses (II)
Capi se ha dado un capricho. Se llama Madrileño. Se lo merece. Es su orgullo. Un caballo cartujano, español, precioso, elegante. Lo tiene en la Hípica de El Puerto, en la carretera de Sanlúcar. Y Madrileño, que está “entero, entero”, es un reclamo turístico para los amigos del Capi.
Igual que su hermano Joaquín se da de capricho un Ferrari, Capi se ha dado de capricho un pedazo de caballo. Capi enseña a montarlo con mimo y cariño, aunque exige al aprendiz de jinete. Suspendió a Barby y a Juli, que no lo hicieron mal, y puso nota a la Nini. Y matricula de honor a Mario, que a sus diecisiete meses no tiene miedo a nada ni a nadie ni a ningún animal (¡igualito que su padre!)
Madrileño trota obligado por el turista. Le gustaría galoplar, pero sabe que quien le monta no sabe de esto y le sigue el rollo. Mario le mira y suspira y se va a jugar con las gallinas y con un pastor alemán cojo por un pisotón de un compañero de Madrileño.
En la ‘Hipica de El Puerto’ hay una mini plaza de toros donde se ‘lidian’ vaquillas y se hacen partidos de ‘burro polo’, con asnos haciendo de caballo emulando el elitista deporte que viste las camisetas de La Martina que extrañamente tanto me gustan. También hay una caseta de Feria donde montan fiestones todos los fines de semana para los socios de la peña cultural. Tambien hay ponys, a quien Marito maneja aún mejor que a Madrileño.
En la ‘Hípia de El Puerto’ vive Madrileño. El capricho de Capi. Y su orgullo y su afición cada vez que deja la barra de el bar El Chino de El Puerto de Santa María.
galería de madrileño
Escrito por Matallanas | 1:26 p. m. | Enlace permanente