¿Os suena?

Por Alfredo Duro

Una vez más, y ya son demasiadas, Florentino Pérez y su amplia cohorte de empresarios han conseguido que el Real Madrid quede retratado como el club menos democrático y popular del fútbol mundial. Y digo mundial sabiendo que eso les sonará a excusa perfecta para no seguir atendiendo a razones. Esas que cada día que pasa retuercen las tripas del madridismo real. Seguramente el mismo madridismo que para cierta gente ha dejado de ser histórico. Que busca en estos días aquello que  le dieron los que ahora no están. El madridismo de siempre que ya se ha perdido porque ellos, Florentino y su cohorte de empresarios, ha reducido a la calma total. Sumisión y obediencia. Me quieres y te quiero. Y no te preocupes que yo sigo aquí.

La gran mentira admitida por este madridismo bobo y anestesiado es que la Ley del Deporte es la que dicta y obliga a esa bestialidad delirante de avalar un pastizal por el simple hecho de ser candidato a presidente. Esa mentira se ha extendido hasta darse por buena. Seguramente porque el periodismo militante y amordazado por lo que entienden ellos que Florentino representa les impide perder un miserable minuto en lo que dicta la ley y lo que en realidad quieren decir los estatutos de un club, el Real Madrid, que salvo en la época actual, siempre ha pretendido ser de sus socios.

Ningún socio del Real Madrid se ha “atrevido” a presentarse a las elecciones a la presidencia. Esta vergonzosa ausencia de debate la venden los salvapatrias actuales como un ejemplo de “unidad” . En las actuales condiciones, Santiago Bernabeú no habría pasado de ser un simple socio. Ni mi padre ni Santiago Bernabeú podrían ser hoy día, a pesar de sus años de antigüedad como socios, candidatos a la presidencia. Seguramente que Bernabeú, por alguna razón extraña, estaría protestando por no ser compromisario. Eso, lo de compromisario, es justamente el más vergonzoso ejemplo de manipulación y, por supuesto, nula representación, de lo que unos cuantos todavía hoy quieren presumir. Porque si hay algo que ya no necesita ni quiere el Real Madrid es que le engañen. ¡Tan blanca es su camiseta como oscuros son sus caminos!

Duro ¿os suena?