¡El seleccionador alemán va con nosotros! (El nerviosismo, el gañote y la sauna de Gattusso)
crónicas tirolesas
Al seleccionador alemán, Joachim Löw, le tenemos controlado. De hecho, ha estado con nosotros, con los periodistas, toda la concentración. Le dejábamos irse para los partidos y volvía para hacer su programa en TVE. Por eso no tememos miedo a la final porque nuestro Joachim Löw va con España. El mejor parecido de la Euro2008 es el de Antonio Fafián, compañero de TVE, ex de Cope, con Joachim Löw. Lo de hacer parecidos es mucho de futbolistas y periodistas. El que mejor parecidos saca es Kiko, y cuando le conté lo de Fafíán-Löw se desternillaba, igual que cuando le conté el que tienen los jugadores de un personaje clave en que estemos a punto de ganar esta Euro2008. Pero ese es secreto. Fafián-Löw ya ha asumido el parecido. Solo le faltan unos centímetros para ser clavado.
Desde que salimos de Neustift, vivimos una montaña rusa en los sentimientos. La exhibición de fútbol del segundo tiempo ante Rusia nos ha dejado tocados. ¡Que manera de jugar! Por una parte estamos deseando que esto termine. Ser campeones. Vamos asimilando que estamos viviendo un momento histórico, grandioso. Pero por otra, nos gustaría que hubiera partidos cada tres o cuatro días para disfrutar con un equipo que defiende como nadie y ataca de maravilla. Deseamos, deseo, que no se acabe nunca el ciclo de Luis (Del Bosque será bien recibido, por supuesto) porque Luis está enorme y porque Luis es muy grande. Y le veo con fuerzas para seguir haciendo historia en el Mundial de Sudáfrica. Pero, salvo aclamación popular y sorpresa mayúscula, la próxima temporada me tengo garantizado un ‘reportajón’ en Estambul con Luis, con Güiza y con Roberto Carlos, también muy tronco mío.
Ha habido momentos de tensión en estas últimas horas con los cambios de hoteles. Salimos el 3 de junio de Madrid y con el maletón a cuestas y horas de curro acumuladas, estás muy susceptible. Por más que la euforia de estar en la final se apodere de ti, la ira incontrolable se apodera por segundos de tus actos. En el momento de los cambios rajas como loco de los organizadores del viaje, pero rápidamente racionalizas y piensas que si hay que cambiarse es porque tiene que ser así, que no nos van a fastidiar porque sí. Nos han traído a Baden, a 40 kilómetros de Viena. Y estamos ‘concentrados’ en el mismo hotel donde ha estado Italia, bañándonos en la misma piscina donde se ha zambullido Gattusso y pegándonos una sauna en el mismo habitáculo de madera donde ha sudado Bufón. ¡Tanto quejarnos y el hotel está cojonudo! (por aquí estuvo Beethoven componiendo, según reza en una placa). Ayer se estaban llevando los utilleros el último material del combinado italiano ¡y daba una satisfacción verles currar pensando en las veces que los nuestros, Felix, Jesús y Damián, han tendido que desmontar el tenderete antes de la final! Pues hoy hemos aprovechado la mañana y nos hemos pegado un bañito y una sauna, para desentumecernos y prepararnos a tope para la final de mañana.
También hubo momentos de nerviosismo, no excesivos, ni se han magnificado, en el seno de la selección. Más bien fueron de malentendidos. El departamento de prensa de la selección montó una improvisada rueda de prensa sobre el césped del campo de entrenamiento donde se ejercitó ayer España. No había posibilidad de hacer la atención a la prensa en una sala de ídem y los periodistas, cientos, estábamos en la grada y los futbolistas sobre el césped, con un micro y el panel de la publicidad de fondo. El futbolista que hablaba parecía un telepredicador o un charlatán de feria. Antes, habían salido diez jugadores y cuando llegaron a la grada, se dieron la vuelta casi todos. Se les había vendido una zona mixta, que realmente no era necesaria y se dieron la vuelta liderados por el que manda en el vestuario, un porterazo y un pedazo de tío que se llama José Manuel Reina, Pepe para todos.
Anoche hubo el segundo gañote de la Federación. Nos lo habían prometido si llegábamos a la final y Jorge Carretero cumplió. Félix, de Marca, se encargó de que firmáramos todos los periodistas una camiseta de España (cortesía de Luis Cano, de Adidas, que lo ha vendido todo, "pero todo, todo" en esta Eurocopa, vamos que se ha quedado sin una camiseta roja la marca de las tres rayas) y se la regalamos al portavoz que peor juega a la pocha del mundo. Creo que de las 150 partidas que se ha echado con Burgos, Carbajosa y Avila, el trío del naipe, ha ganado una o ninguna el señor Carretero. Volvieron a cortanos ‘Cinco Jotas’ de Sánchez Romero Carvajal (en total, entre futbolistas y periodistas nos hemos apretado 18 perniles deliciosos en esta concentración, entre Cazorla y un servidor nos hemos podido comer 5 kilos de este manjar ibérico).
Esta noche viviremos el último entrenamiento de Luis al frente de España. Ha sido un placer poder trabajar con un tío que sabe tanto de fútbol y que ha conseguido hacer de España un equipo, uno de los mejores equipos del mundo, vaya. De lo poco que no me gusta de él es que cambie siempre a Torres. En todo lo demás está… ¡enorme! Y aún le queda… ¡Gracias míster!
Escrito por Matallanas | 2:48 p. m. | Enlace permanente