Periodismo en zapatillas
artículo publicado hoy en marca*
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Levantar una exclusiva desde el salón de tu casa es algo que pueden hacer pocos periodistas. Así estaba Antonio Sanz, librando y en zapatillas de estar por casa, jugando una partida de mus con un servidor de compañero ante nuestros troncos Alonso y Adolfo, una tarde del verano del 97, cuando una fuente autorizada del Atlético de Madrid le llamó al teléfono de su domicilio para informarle del fichaje de Juninho. Tras otra llamada para apuntalar los detalles de la información, Anto llamó al ‘peri’ para que Enrique Marín hiciera una portada y una dos-tres de peso, de las de la época buena de Saucedo (Manolo era el mejor envolviendo la información, igual que Sopeña, a su estilo). Conseguir ese dominio de las fuentes es el objetivo de cualquier periodista. Detrás de esa sencillez y facilidad para que te llegue una exclusiva hay un duro trabajo de callar más de las que das, de ganarte la confianza de la fuente. Anto me metió en Marca y de él aprendí a hacer periodismo en chanclas. Por cierto, José Manuel García, también ‘hermano’ y maestro y uno de los grandes de Marca y del periodismo deportivo español, me pasó el teléfono, a las dos semanas de estar en Marca, de una fuente que aún me sigue surtiendo. ¡Generoso Garci!
Confianza, compañerismo y compartir fuentes, esas eran las claves de la ‘Macrosección’ que me encontré al llegar a Marca en marzo de 1996. Una demostración de que trabajando en equipo se pueden lograr mayor rendimiento que fomentando la competencia enfrentando a la gente. La ‘Macrosección’ englobaba la información de Real Madrid, Atlético y Rayo. Palomar, Carlos González, Alonso Castilla, David Durán, Mario Gómez Estrela y José Félix Díaz, luego se incorporó Antonio Sanz y por ahí estuvo Tomi Calvo con el Atleti, y alguno que me dejo, marcaron la senda a seguir y fueron la base del liderazgo de Marca (junto a la Liga Fantástica), porque quien domina la información del Madrid domina este mercado. Todo pasa y todo queda. Luego intentamos emular a aquella ‘Macrosección’ y tuvimos grandes momentos de risas y curro a tope, metiendo horas y horas (muchos se han aprovechado de este mito, por cierto) y dándolas, que es de lo que se trata, de dar noticias (y para eso hay que tener fuentes y levantar teléfonos).
De muchas cosas me siento orgulloso de mi paso por Marca (donde permanecí después de mis primeros 6 meses de becario por la insistencia y perseverancia de Carlos González, porque me habían largado y el 'Lonchas' insistió en mi continuidad), como de las Futbolerías con Palomar o de la cobertura de la Asian Tour 2003, la de la evangelización del madridismo. Pero flipo especialmente recordando el suplemento DoMingo que pusimos en marcha con Elías Israel (el mejor director de la historia de Marca), una demostración de que el periodismo de calidad tenía y tiene cabida en el primer periódico deportivo de España. Recuerdo con especial cariño el reportaje que le hice a Joaquín en el que el extremo gaditano confesó que mamó de la teta de su madre hasta los siete años y el que le hice a Del Bosque cuando entrenaba al Besiktas en Estambul (ahora debo volver con Luisón. ¿O no Villalonga?). Y nunca olvidaré que a las dos semanas de estar en Marca coloqué a Rosendo y Robe Iniesta, líder de Extremoduro, en la portada, en la ‘tapa’ de la previa del partido del Camp Nou en el que Caminero le rompió la cintura al tío de Rafa Nadal.
*Artículo publicado dentro de la sección 'Mis batallitas', en la que gente que ha pasado por Marca cuenta las historias que ha vivido en el periódico con motivo del 70 anivervesario. Está es la columna íntegra que escribí que por motivos de espacio ha quedado reducida al ser editada para el periódico.
Escrito por Matallanas | 1:07 p. m. | Enlace permanente