El nerviosismo institucional de Laporta
Joan Laporta se ha pasado de frenada. El nerviosismo que ha exteriorizado por la aún remota posibilidad de que Florentino Pérez, en el caso hipotético de que vuelva, fiche a Leo Messi, ha sido similar a cuando Ramón Calderón se puso histérico por la foto que se hizo el presidente de ACS con Ronaldo y Zidane a finales de noviembre en Marruecos. Pero lo de Laporta, asegura su entorno, ha sido una pose. No ha tenido nada que ver, según estas fuentes, que la memoria colectiva del barcelonismo se haya remontado a julio de 2000, cuando la marcha de Figo al Real Madrid se antojaba imposible en Canaletas y llegó Florentino Pérez y le fichó. Porque ningún culé puede olvidar que el capitán del Barça se marchó al eterno rival cuando era una utopía. Por eso, lo de Messi, con la mano de Florentino meciendo la cuna del rumor, suena a posible y hasta en Can Barça se lo creen.
Pero Joan Laporta intentó aprovechar las informaciones, fundamentadas en rumores, surgidas en Madrid para dar un toque a las instituciones catalanas. Su mensaje de que al Real Madrid le apoyan las instituciones iba encaminado a hacer reaccionar a la Generalitat de Catalunya y al Ayuntamiento de Barcelona para que apoyen una operación inmobiliaria que el presidente del Barça quiere dejar cerrada antes de dejar terminar su mandato. Pero en el resto de España se han visto como una pataleta provinciana que exterioriza el miedo del barcelonismo al regreso de Florentino, que pueda volver a mandar en el Real Madrid con Messi de la mano.
Laporta aseguraba ayer que no quería meterse en política al realizar sus declaraciones. Que utilizó Barça TV de foro para que el mensaje llegara a las instituciones catalanas. Pero ha quedado claro que se ha pasado de frenada y que la repercusión que han tenido sus palabras le han vuelto a granjear la antipatía de los españoles de fuera de Catalunya porque daba totalmente la sensación de que se volvía a meter en política.
Florentino Pérez aún no ha decidido si se presentará. Además de sus asuntos personales, pesarán mucho su situación profesional para anunciar su regreso para las elecciones a la presidencia del Real Madrid. Sus negocios están relacionados con Catalunya. Y se antoja complicado que se enemiste de nuevo con el Barça porque ya tuvo problemas con el fichaje de Figo y se comprometió a no tocar más las narices al FC Barcelona. Si ficha a Messi sería un nuevo golpe, brutal, para los culés. Laporta lo ha intentado utilizar para hacer reaccionar a la Generalitat y al Ayuntamiento. Pero ha sonado a un ‘¡qué viene el lobo!’. Ha sonado a llorón. Y ha transmitido el nerviosismo a todo el barcelonismo. ¿Vendrá el lobo? Veremos.
Escrito por Matallanas | 2:42 a. m. | Enlace permanente