La Peace Cup se ha vendido casi como la Champions League. Los periodistas vemos inundando nuestro mail desde hace meses con información de una competición absolutamente desconocida hasta este verano. El trabajo de Eduardo Torrico, encargado de la comunicación del evento, se ha hecho notar. Pero más allá de la publicidad, el torneo no deja de ser un torneo de verano con más equipos que el clásico cuadrangular, que luego se redujo a triangular y que ahora se estila más el partido único.

Los futbolistas retirados siempre hablan del prestigio que tenían antaño el Teresa Herrera, el Colombino, el Carranza, el Trofeo Naranja, el Villa de Madrid o el trofeo Bernabéu. En aquellos torneos de verano llegaban equipos extranjeros con sus mejores figuras con el objetivo de colocarlas en el mercado, de uno de esos trofeos fichó el Atlético a Leivinha o Pereira, cuando el conjunto colchonero fichaba a grandes futbolistas, incluso Gil firmó a Donato tras un Carranza, cuando el desaparecido presidente del Atlético hizo algún buen fichaje, ¡no como ahora!

Pero de esta Peace Cup no se espera que haya grandes fichajes. La expectación levantada con el debut del Real Madrid en la competición, motivada por el estreno en el Bernabéu de su megamillonario fichaje que responde al nombre de Ronaldo (Cristiano, no confundir con El Fenómeno aunque ambos lleven el ‘9’ y el mismo nombre en la camiseta blanca) se tornó en un pelín de desilusión porque no hubo nada que llevarse a la boca en ese partido contra el Al Ittihad árabe, excepto el golito de Raúl, el eterno Raulito y dos destellitos de Cristiano y algún buen movimiento de Benzema.

No se pueden sacar muchas conclusiones del partido. Algunos han atacado ya a Cristiano Ronaldo, pero se antoja pronto para pegar palos a nadie por más que haya costado más de 90 millones de libras. El Real Madrid juega de nuevo hoy en esta competición y el objetivo es clasificarse para llegar a la final del domingo en Sevilla. Pero si no se clasifica tampoco va a ser un palo duro, ya que el equipo madridista facturará 2 millones de euros por su participación, juegue dos, tres o cuatro partidos.

Sin duda, otra nefasta negociación de Ramón Calderón porque el Real Madrid no puede ganar tan poco dinero por disputar sus amistosos, por más que sean partidos de la ya popular Peace Cup. Florentino Pérez pelea ahora por aumentar el caché de su nuevo equipo galáctico de cara a la presumible gira asiática del próximo verano. Pero es complicado, por más que cuentes con los mejores del mundo, subir de 700.000 euros por partido (lo que le dan por irse dentro de una semana a Norteamérica donde jugará en Toronto y en Washington) a los 3 millones por encuentro que pide ya para cerrar partidos de cara a la pretemporada de 2010, una pretemporada que cuenta con el hándicap de celebrarse tras el Mundial de Sudáfrica, lo que reduce las fechas para que los grandes equipos pueden desplazarse a las giras asiáticas o americanas con todas sus grandes figuras.

De lo único que ha valido hasta la fecha la Peace Cup, con lo que respecta al Real Madrid, es para saber que Huntelaar, Van der Vaart y Heinze llevan el cartel de ‘Se vende’ colgado en el cuello, porque se han quedado fuera de las dos convocatorias. Para cerciorarnos que Pellegrini no va de farol con Sneijder y el holandés se quedará seguro en la plantilla, salvo sorpresa o que se desenquiste el fichaje de Ribery, incluso puede ser titular. Para comprobar que lo de renunciar a dinero es algo que agradece mucho el aficionado porque por este motivo Granero se llevó de los pocos que fueron al Bernabéu una ovación mayor que la que dispensaron a Cristiano. Y también sirvió para comprobar que el mítico Royston Drenthe puede quedarse en el Real Madrid. Y es que le sale más a cuenta que se forme y que empiece a rendir (pese a que es un futbolista sobre el que es fácil hacer mofa tiene buenas condiciones) que cederle a Inglaterra para que se forme porque cuando vuelva saldría más cara su ficha por los posibles cambios fiscales que pudiera haber en España.

Y en el debut del Real Madrid en la Peace Cup y en su estadio también quedó patente que fichar a Xabi Alonso es realmente una necesidad para que montar el chiringuito futbolístico que ha vuelto a crear Florentino. Habrá que ver si Liverpool y Real Madrid retoman las negociaciones. Pero uno quiere vender y el otro quiere comprar y Xabi quiere jugar en el Real Madrid. Eso sí, el Real Madrid no lo comprará a cualquier precio y el Liverpool tampoco lo venderá a cualquier precio. No es cuestión de jugar a vidente y mucho menos en esto del fútbol, pero Xabi Alonso debe jugar en el Real Madrid.