La Transición de La Roja
MATA-DOR. ARTÍCULO PUBLICADO HOY EN MARCA
"Creo que hemos sido respetuosos con el pasado, muy respetuosos, en las formas y en el fondo. No nos hemos derivado hacia ningún lado, no hemos querido imponer ninguna idea, ha sido una transición dulce, limpia, y sin ningún trastorno". Del Bosque explicaba así sus sensaciones en La Futbolería de Méndez y Duro respecto a como ha gerenciado el testigo que ‘tomó’ de Luis Aragonés.
En España se cumple el dicho de “estás conmigo o contra mí”. No logramos superar el ‘guerracivilismo’ histórico de nuestros genes. Y parece que sí ahora criticas a Del Bosque es porque apoyas a Luis Aragonés y que el que antes criticaba a Luis ahora debe cerrar filas sin fisuras con Del Bosque.
Es cierto que Del Bosque ha sido muy respetuoso con el magnífico trabajo y el excelente bloque que montó Luis para ganar la Eurocopa. Salvo en la primera lista en la que incomprensiblemente no llamó a los 23 héroes de Viena (no llevó a Palop, aunque no fuera a volver, pero ahora sí lleva tres porteros y Arbeloa, ahora imprescindible, se quedó fuera por motivos técnicos) , cuando no le hubiese costado nada hacerles un homenaje aquel agosto de 2008, incluso a los que estaban lesionados.
El que no ha sido en absoluto respetuoso con el legado de Luis es Fernando Hierro, director deportivo de la Real Federación Española de Fútbol. No lo fue cerrar la llegada de Del Bosque. Enrique Ortego dio la primicia en ABC, el 8 de septiembre de 2007, el día que España se jugaba la clasificación a la Euro2008 en Islandia, diez meses antes de la Eurocopa y cuando Luis aún no había decidido marcharse. Por eso dos meses después Aragonés dijo aquello de que está leche está caducada porque sabía que el director deportivo ya había atado a su sustituto y no tenía opción alguna de seguir. Ni ganando la Eurocopa, como hizo meses después.
“La auténtica obsesión de Hierro es cepillarse todo lo que huela a la etapa de Luis Aragonés y casi lo ha conseguido”, asegura una fuente de la zona noble de la Federación. Y esa obsesión, que se puede demostrar con hechos y decisiones arbitrarias tomadas por el director deportivo en los últimos 14 meses, en las que nada ha tenido que ver Del Bosque, han podido ser un hándicap a la transición dulce de la que habla Vicente y que sólo se ha podido producir por el talante y sentido común del salmantino.
Para dar por concluida la transición y llegar al Mundial con todas las opciones de ganarlo (¡qué podemos!), Del Bosque y su equipo deben trabajar con libertad y sin cortapisas porque un seleccionador no puede tener “un jefe” deportivo. Porque La Roja no es un club, y las normas las debe marcar el míster, que sabe más que “el jefe”. Y sus ayudantes, también.
Escrito por Matallanas | 8:01 p. m. | Enlace permanente