El futuro de 'La Roja' ilumina un horizonte que invita a pelear por el éxito
Por Antonio Sanz
No vamos a ganar siempre. No vamos a mantener de manera sempiterna esta dictadura de victorias. No se trata de creerse invencibles. Nos ocupamos de ensalzar que lo que viene por detrás nos permite iluminar un futuro atrayente, dichoso, halagüeño y satisfactorio para nuestros colores. El fútbol y nuestros futbolistas gozan de una excelente salud, pero la camada de jóvenes que aparece empujando con mesura también invita al optimismo. El ‘ganar, ganar y ganar’ que gritan, en la piña de vestuario, previa a la salida al césped nuestros internacionales tendrá continuidad. El fútbol, como deporte, no situará donde nos toque, pero la trazada apunta a pelear por ubicarse con los mejores.
La portería es el lugar más seguro de la España FC. La propaganda madridista ha comenzado demasiado pronto, el galardón no se descubre hasta Navidad, a atormentarnos con la petición inexcusable de que Iker Casillas debe ser el próximo ganador del Balón de Oro. La distinción es discutible por cuanto se trata de un portero, y no toda la opinión pública coincide en premiar a los futbolistas de esta demarcación -sólo se ha concedido al moscovita Yashin, meta del Dinamo de Moscú, en 1963 y sólo Kahn y Buffon se han aproximado desde el podio final aunque siempre siendo superados-. Es indudable que si se tratara de un jugador de campo lo habría logrado ya por su exitosa trayectoria. Pero es curioso que la orquesta propagandística toque ahora arrebato a golpe de corneta cuando a Casillas se le debatían errores puntuales en el final de la Liga pasada y cuando en la Eurocopa no se ha visto demasiado exigido, más allá de sus valiosas intervenciones -aunque más escasas que en Sudáfrica, por ejemplo-. Da igual, el capitán de la Selección cuenta con un currículum excelso que engordará. Mientras se sacude los elogios, Valdés continuará a la sombra en el tramo que se cuece a fuego lento en Old Trafford quien será el relevo: David De Gea (21 años). En Las Rozas, Miguel Ángel España, encargado de trabajar con las categorías inferiores, ha señalado desde hace años al meta del Manchester United. Y todos lo creen y se apostará por su olfato. Como hizo Ferguson, que gastó 20 millones de euros por un imberbe, tan frío como esbelto y tan sereno como esquivo.
Luis Aragonés, el padre de la idea, trazó un plan erróneo en el lateral. Se empeñó en colocar a Sergio Ramos (26 años) a la derecha para preservar la veteranía de Marchena y Puyol. Del Bosque, cuya transición y mejora es incuestionable, se encontró con la lesión del segundo, al primero lo reemplazó con Piqué (25 años), y conjuntó un tándem tan joven como de garantías. Cuando Puyol se canse, espera Domínguez (23 años), que ha decidido aventurar en Alemania para garantizarse un sitio cada domingo. El hueco del lateral queda para Arbeloa (29 años), con la presión que desde la Olímpica apremian Montoya (21 años), el reemplazo de Alves, y Azpilicueta (22 años), al que el propio Zidane ha recomendado para el Real Madrid tras sus dos años de progresión en la Liga francesa. En el otro costado queda la irrupción del torneo de Polonia-Ucrania. Jordi Alba (23 años) ha hecho olvidar al incombustible Capdevila, al tiempo que firma por el Barça. Por si acaso, Monreal (26 años) acecha desde un ‘champions’ Málaga.
Marcos Senna recibió la orden de Luis de equilibrar a la tropa. Entonces, Guardiola aún no se había sacado de la manga a Busquets (23 años). Hoy no existe debate para el seleccionador. Son diez jugadores los que acompañarán al mediocentro azulgrana. A su lado, Xabi Alonso. Aquel chico que creció en San Sebastián, maduró en Liverpool y se liberó en Madrid es el segundo intocable. Para el relevo, Javi Martínez (23 años). El navarro ha demostrado con Bielsa su versatilidad. Pero que nadie olvide que Javi jugó cerca del área en edad juvenil y que ha ido retrasando su posición en función de los técnicos. Es compatible con Busquets. Perderíamos desplazamiento en largo, pero ganaríamos en llegada, faceta que Alonso cumplimenta en la Roja mejor que en su club.
Los que mueven el balón están garantizados ante quien será el líder de la transición. Andrés Iniesta (28 años) se convertirá en el estandarte del grupo. Desde sus escasos ciento setenta centímetros conserva todos los valores futbolísticos y extradeportivos que arropan a esta Selección ‘Premio Príncipe de Asturias’. Es el creador de ilusión de España. A su lado, David Silva (26 años), Florentino Pérez rompió un acuerdo cerrado de lo que se aprovecha el Manchester City, y Santi Cazorla (27 años) arroparán y apoyarán a la tropa que con vigor ya se asoma: Thiago (21 años), Parejo (23 años), Herrera (22 años) o Isco (20 años). Sin duda, el rumbo que marca Xavi es el más difícil de cubrir. Por liderazgo y por juego, por presencia y por constancia…y porque se rompió el molde. El jugador que más se aproxima, ya lo advirtió Pep Guardiola, es Cesc Fábregas (25 años). Sin ser un calco, es capaz de variar el sendero, de acelerar o frenar el ímpetu del grupo y de ser el nuevo metrónomo.
En los costados, Pedro (24 años), Navas (26 años) y Mata (24 años) mantienen el pulso para el cambio de argumento frente a la discutida invención de actuar sin ‘9’, con Muniain (19 años) ya sin pausa. Con David Villa ausente, pero aún presente por su reputada capacidad, Fernando Torres (28 años) suma y sigue y recoge la Bota de Oro frente a quienes lo volvieron a mandar al patíbulo. Son los mismos que han recogido velas, que enloquecieron tras dos errores y que hoy silencian o menosprecian el premio. Son los mismos que agitaban el nombre de Llorente (27 años) desconociendo el estado físico de quien llegó tieso a la concentración. El cuerpo técnico se quedó tan perplejo con su forma como los ignorantes voceros, con poderosas tribunas mediáticas, seguían reclamando de manera estéril minutos para quien quedó exprimido a las órdenes de Bielsa. Eso sí, cuenta para el futuro. Negredo (26 años), pasó la prueba de una experiencia internacional de alto nivel, y Adrián (24 años), aprobó con nota el examen previo, se posicionan con constancia y goles. Soldado (27 años) seguirá golpeando a la puerta, pese a no ser uno de los favoritos de los técnicos.
Y Del Bosque. Anuncia que no seguirá después de Brasil. Es legítimo y hasta se entiende. Con la sombra alargada de Luis siempre presente, ha logrado un doblete histórico. Se le rechista, se le propone, se le afean decisiones. Falla casi nunca. Dentro de dos años, España entera pedirá a gritos su continuidad.
P.D. Los jugadores que no se ven acompañados por la edad suman 30 ó más años.
Escrito por Matallanas | 9:31 a. m. | Enlace permanente