¿Os suena?

Por Alfredo Duro

No sé que habrá pasado por la cabeza de Cristiano Ronaldo al enterarse de la triple renovación que el mismo día y a la misma hora ha ejecutado el F.C. Barcelona. Una maniobra que nadie había anticipado y que, como poco,  deja bien a las claras que su clima institucional con relación al del Real Madrid poco o nada tienen que ver. El crack portugués, que sufre y padece un ninguneo vergonzoso por parte de la prensa catalana y que resiste con stajanovista entereza la indiferencia de buena parte del resto del país y del planeta, no puede ser tratado como uno más. Cristiano, que a estas alturas de la temporada lleva un gol menos (23) que la anterior (24) habiendo jugado el mismo número de partidos, es el jugador que más y mejor resiste el tremendo desgaste al que Mourinho y un puñado de desagradables circunstancias han sometido a la plantilla. Ahí sigue él. Como siempre. Dispuesto a todo.

Esa increíble predisposición de Cristiano Ronaldo a combatir a todo lo que se ponga enfrente con una camiseta diferente a la suya, como si fuera lo último a hacer en su vida, le hizo ganarse el mayor de los respetos en el Manchester United. Y somos muchos también los que aún le mantenemos aquí  un respeto a prueba de bomba por tantas y tantas cosas que, no por haberse vuelto costumbre, dejan de ser hazañas. Mientras en Inglaterra se contemplaba la carrera de Cristiano como una especie de regalo que sólo podía engrandecer y adornar la leyenda del Manchester, en Madrid se le señala sospechosamente por el simple hecho de estar a la sombra de un tal Messi. ¡A la sombra de Messi! ¿Y según esa grotesca y absurda teoría dónde están los demás? Cristiano Ronaldo es el único jugador del mundo capaz de poner en duda la supremacía de Messi. Y eso, lejos de ser una sospecha, sólo debería ser motivo de orgullo para todo el madridismo.

Quizá no sean del todo ciertos los cantos de sirena que día tras día suenan con fuerza para colocar a CR 7 fuera del Madrid la próxima temporada. Quizá no sea del todo cierto que los jeques qatariés del Paris Saint Germain estén dispuestos a pagar más de 100 millones de euros por él. O quizá sí. Sea lo que sea, e independientemente de lo que en el futuro algunos estén dispuestos a pagar por él, el Madrid no debe alargar por más tiempo una renovación que Cristiano se ha merecido más que ningún otro. Nadie discutía la obligación del Barcelona de evitar preocupaciones contractuales sobre la figura de Messi, y hasta se hacían cábalas sobre la posible falta de sensibilidad azulgrana en los casos de Xavi y Puyol ante posibles ofertas millonarias del extranjero. El Barça lo ha entendido con un profundo y ejemplar sentido común y de agradecimiento. Es lo que yo espero del Madrid con Cristiano.

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