¡Pues que se preparen los demás equipos!
Frank Rijkaard no es un técnico 'ostentoreo', como diría el desaparecido y recientemente homenajeado Jesús Gil. Es un entrenador de perfil bajo que mezclado entre sus jugadores, de chandal o de paisano, parece uno más, y su porte, más sofistacado con la edad, rememora a aquel 'todocampista' que fue una pieza imprescindible en el perfecto engranaje del gran Milan de Sacchi. Es un tipo que persuade a sus futbolistas desde el diálogo y el buen rollo. Se le ha acusado, incluso cuando su Barça empezaba a marcar la pauta del fútbol español, de que flojea en decisiones puntuales, que duda al hacer los cambios, pero su Barça no para de crecer y de enamorar. Y se ve que sabe escuchar y delegar en su cuerpo técnico siguiendo los consejos, principalmente de Eusebio, con atención.
Frank es amigo de sus amigos, frase manida que puede explicarse con algún ejemplo. Coincidió con Albert Roca en el Zaragoza, cuando jugó cedido en el conjunto maño once partidos en la temporada 87/88 y mantuvo una excelente relación que aquel compañero de vestuario de tres meses escasos hasta el punto de que cuando fichó por el Barça repescó al ex jugador de Zaragoza, Atlético Madrileño o Sabadell para ser entrar en su equipo como preparador físico. Roca no estaba muy de acuerdo con las largas vaciones que ha concedido Frank a una parte de su plantilla que se reincorporó ayer al trabajo, pero Rijkaard considera que estos días extra de descanso son vitales para exigir a sus hombres máxima intensidad como les pidió también al realizar las declaraciones que encabezan este texto. En la sección de Lectura iré colgando las tertulias que realizamos con varios entrenadores la temporada pasada en Marca en la sección La Futbolería (no completamos todas las que íbamos a realizar por razones obvias). Fueron enriquecedoras todas aquellas charlas de fútbol que compartí con Palomar y Elías, pero Rijkaard, su filosofía, su templanza, me impresionaron bastante. Por eso destaco esa frase que encabeza este post y lo que ha dicho en esas declaraciones de que el Barcelona empezó 2005 perdiendo 3-0 con el Villarreal y que no quiere ninguna confianza esta noche ante el Zamora ("La experiencia nos enseña a no confiarnos"). Que va partido a partido y sin dejar escapar ni un detalle. Y sin mano dura ni ordeno y mando ni gaitas. Desde el diálogo y la persuasión hace jugar al fútbol a su equipo de escándalo. Bonito y bueno.
Escrito por Matallanas | 12:55 a. m. | Enlace permanente