El butacón del Garci
José Manuel García
('Quedado especial' en costa ballena del MaTA-dor)
Los enemigos de Riquelme, que los tiene, aseguran que su debut mundialista anduvo empedrado y opaco, que la lámpara de genio de Román sólo iluminó un par de veces a la Argentina, que el resto del camino la albiceleste lo hizo con las luces apagadas y el manillar torcido. Pero Román es así: a veces tiene noches, a veces tiene días... Pero siempre su corazón bombea magia produce chispazos. Con dos chispazos suyos, la selección de José Pekerman dejó a los marfileños de Drogba un océano detrás. Dos aldabonazos certeros y Costa de Marfil quedó en la lona. El resto del tiempo, la selección argentina guardó tanta ropa para poner en marcha una lavandería. Entonces salieron a pasear los gastadores (Cambiasso, Mascherano, Maxi, Burdisso o Juampi Sorín) y el zar de la Villa don Torcuato ahuecó el ala.
Al día siguiente Holanda metió todas sus cabras en el corral de Serbia. La luz de Holanda la generó Robben, que corrió como un gamo, zapateó como Farruquito y disparó tan certero como un espía de John Le Carré. Robben aparecía en todas partes. Digo yo que Dragutinovic o Gavrancic mirarán debajo de sus camas por si aparece algún calcetín de Robben. El duelo de este grupo de la muerte será el que nos proporcionen Román Riquelme y el tal Robben.
Yo, con todos mis respetos hacia el crack holandés, no tengo dudas. Riquelme se encuentra dos (o cuatro) peldaños por encima del jugador del Chelsea, que siendo muy bueno, se encuentra muy lejos del mago argentino. Román es el diez, el líder de la selección argentina, que será una de las tres grandes selecciones de este Mundial. Las otras dos son Brasil e Inglaterra. Seguro que Román se guarda un par de cartas para la partida. Frente a los serbios, Pekerman dará luz verde a Messi, con el culo ardiéndole por la impaciencia de debutar en el evento. El maestro Román espera al niño con sus hombros caídos, las cejas juntas y el alma abierta. De esta dupla saldrá un aluvión de fútbol y sabiduría. Argentina entera, con sus luces, sombras, grandezas y miserias, abre los ojos y aguarda expectante y esperanzada. Para ese partido me pido la primera fila. Y ponte el guardapolvos de emergencia, Holanda.
Escrito por Matallanas | 2:50 p. m. | Enlace permanente