Crónicas Nibelungas (elconfidencial.com, 10-7-07)
¡Ya están a un título de Brasil! Italia ha conseguido su cuarta Copa del Mundo. Y no ha ganado más en los últimos años por la tanda de penaltis que ahora les ha sonreído o por haber caído en semifinales. El denostado Gattuso ha prestigiado a los jugadores de su perfil. Cannavaro ha dejado en evidencia al que decidió que no era futbolista para el Real Madrid, al que vetó su contratación a pesar de salir por cero euros. El catenaccio no debe extenderse, debe propagarse de los italianos su enorme juego, su valentía en la semifinal ante Alemania.
Los franceses, los que nos eliminaron en octavos, esos ‘jubilados’, llegaron a la final. Zidane remató su precioso atardecer futbolístico con un penalti de dibujos animados y con una tormenta de ira que ha hecho terminar la peli de su vida deportiva como un thriller. Nosotros propusimos el mejor fútbol posible, Luis puso a los mejores, pero volvimos a perder. Siempre nos quedará la misma duda: ¿nos gustaría que España ganase un Mundial con un mal fútbol? Seguro que sí. De alguna manera, Pirlo tiene razón en sus declaraciones: “De este Mundial se acabó el catenaccio. Lo hemos denostado”. Y que no vuelva jamás ese famoso cerrojazo.
Después de 8.500 kilómetros al volante (¡qué maravilla lo del GPS!). Después de haber cubierto 13 partidos (¡ni mal fario ni gaitas!) de los 64 disputados, presenciados en directo en los estadios, en ocho de las doce sedes del Mundial. Después de haber dormido, una media de cinco horas (¡en mi vida!) en diez camas de ocho hoteles diferentes. Después de cuatro cartones de tabaco del duty free (“un día de esos he de plantearme muy seriamente dejar de fumar”). Después de haber entrevistado, sacando codos, en esas batallas que son las zonas mixtas, a Cristiano Ronaldo, Beckham, Riquelme, Figo, Lampard, Torres, Deco, Gamarra, Aimar, Makelele, Cesc, Kezman, Raúl…
Después de haber disfrutado, de haberme ilusionado y de haber llorado por mi querida España. Después de haber saboreado este Mundial como un delicioso ‘flax’ de diez pesetas, con fuerza, emoción e intensidad, de haber disfrutado con la responsabilidad profesional y con la inocencia infantil de mi primer Mundial ‘in situ’ como los disfrutaba desde pequeño por la tele con Andrés (mi creador y educador), a mi vera en la calle Valle Inclán. Después de comprobar que Gallardón tiene un primo alemán que tiene el país de Willy Brand llenito de obras. Después de 37 días, regreso hoy a Madrid con la sensación de que en Alemania 2006 el fútbol no ha mejorado ni progresado, cuantitativa ni cualitativamente, como merece este formidable deporte. Sólo el abandono del catenaccio italiano invita a ilusión. Y que se extienda.
Regreso con la sensación de que los entrenadores superan a los jugadores automatizando sus movimientos. Regreso con la sensación de que los Gattuso, Makelele y ese perfil de jugadores que no gustan, son necesarios siempre que no sean los actores protagonistas. Regreso con la sensación de que España será campeona del Mundo en 2010 (¡se echó al monte la utopía!). Después de haber disfrutado haciendo radio pura con Edu García en el Tiempo de Juego y con el equipazo de COPE Mundial y el Tirachinas, de haber escrito para Titan Sports de China, para esta web y de haber mantenido al día mi blog (gracias a Nini, “mi querida, mi amada mi esposa”).
Y regreso del Mundial con la sensación de que hay motivos para seguir, para pelear por el periodismo, por buscar buenas historias que atraigan a los lectores, a los oyentes, a los espectadores, a los internatutas, que el periodismo existirá siempre porque siempre habrá historias y siempre habrá tipos para contar lo que pasa, tipos que se mueren por dar a los lectores, a los oyentes, a los espectadores, a los internautas noticias, reportajes, crónicas, historias con el interés humano como fin único y último.
Y después de estar en Dachuau, el primer campo de concentración que montó aquel asesino con bigote hace siete décadas, en mi corazón puede Rousseau, con la bondad presupuesta del hombre. Rousseau vence a aquel otro que decía que “el hombre es un lobo para el hombre”. Porque por más que la ‘conjura de los necios’ aceche en cada esquina, hay que aspirar a ser bueno, en el buen sentido de la palabra bueno, en la acepción de Antonio Machado, y eso debe marcar nuestro devenir vital. Sin dudar un segundo. Seguro.
Y mi optimismo vital, deseo que eterno, tras algún “momentito solo de bajada”, se fundamenta en la solidaridad vivida con miles de informadores de todo el mundo. Esos tipos que existen, por suerte. Esos tipos que siguen al padre de Patxi Andión, cuando compuso aquello de que “no quisiste jamás salvarte solo, porque no hay salvación, decías, si no es con todos”. La noticia es la noticia, pero el buen rollo, la ayuda, la solidaridad, están por encima de cualquier exclusiva, que las ha habido y las habrá siempre, pero que no se pueden dar a cualquier precio ni siguiendo la cita, real y acertada, de Truman Capote cuando afirmaba que “el periodismo siempre implica traición”.
En Inglaterra, la BBC ha puesto para votar como mejor gol, para elegir, a su juicio, entre los ocho tantos marcados en este Mundial al de Fernando Torres a Ucrania. Si gana la votación, el Niño de España dará un paso más hacia Old Trafford. Era su Mundial y no pudo con el fatalismo histórico (¡Qué desilusión!). No hay que preocuparse, porque en Sudáfrica 2010 será la nuestra. Y, si es menester, se lo contaremos en las ‘Crónicas Mandelistas’ (idea de Maribel, mi creadora y educadora). Os lo contaré aquí (¡gracias de corazón a Jesús Cacho, Borja Mec y Nacho Cardero por la oportunidad!) o donde desemboque por aquellas fechas el río que nos lleva…
Una vez leído de un tirón, si han podido, porque se me ha ido la mano (esto es lo mejor de un diario digital), les invito a releerlo y tararear las canciones de todos los enlaces (links) anteriores (el CD se comercializará en breve) y les despido con dos himnos de España: ‘Resistiré’ y ‘España en marcha’. ¡Hasta siempre! ¡Un placer! “¡A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo, anunciamos algo nuevo!”.
Escrito por Matallanas | 9:51 a. m. | Enlace permanente