Los apuntes del Zurdito (III)
Por José Luis Hurtado
('Quedado especial' de MaTA-dor entre el Parque de Lisboa y la revista Sie7e)
Francis Ford Coppola está furioso. El guión de El Padrino IV tiene telarañas. No arranca. Ha conocido por la tele a un tipejo nuevo. Se ha fijado en sus iniciales: G.G. Curioso, con G de gángster, con G de guarida, con G de guardaespaldas. G.G es Gennaro Gattuso y Coppola no sabe qué personaje va a fabricar para ese almacen de mala sangre: si el de fiambre al que se cargan a los diez minutos de película o el de chófer siniestro que te taladra el corazón. De momento sabe que es futbolista y que el domingo juega la final del Mundial.
Mientras Coppola dibuja la cara de G.G. y le pone un sombrero, España juega otra película. Italia sí o Italia no. Es que Meneghin le ponía la zancadilla a Romay y le pitaban personal al de Mira quien Baila; es que nos quitaron la final olímpica de waterpolo de Barcelona 1992 cuandoFelipe tenía granos y Leticia escuchaba a los Hombres G; es queTassotti no se qué con Luis Enrique; es que el director de arte de mi revista es italiano, lleva un sombrero infame de mercadillo y le queda que te cagas; es que llegan a Ibiza y engatusan a algunas niñas (bueno, a todas); es que Rossi se ríe de Sete, claro como todos y no hemos nacido en Palermo. A veces piensas que son magos, brujos, hechiceros, hipnotizadores, sacaeuros, sólo así se explica que nadie replique (se hace como sin ganas) con Indurain y Bugno, con Pedja y la Juve, con Alonso y Fisichella, con Nadal y nadie (en tenis son malos, muy malos).En el fondo nos gustaría ser como ellos, pero no nos llegan ni la sangre, ni los genes, ni nos quedan igual los tatuajes.
Coppola ya ha colocado en la silueta de G.G. una pipa de matar, a ver cómo le queda. Gattuso vuelve locos a sus músculos en Alemania y no sabe que a la vez es un garabato en una libreta de Hollywood. España, con muchos títulos de Mundiales y Eurocopas en sus lomos, ya no se ríe tanto de él. Maradona ha pedido un monumento para Don Gennaro y nadie le va a hacer el control anti whiskys.
Y sí, ya lo tengo claro, son hechiceros. Sólo así me explico que un amigo con pecas y muy español se ponga en posición de firme cada vez que oye la palabra Maldini, que otro madrileño (un fratello pesado) me mande un SMS con cada gol azzurro y flipe con la personalidad de esos tíos, que otro castizo vaya al legendario local de Tony (un genio de Brescia) y se coloque la zamarra del color de Totti, que nadie tema la fuente que chorrea de la cara de Zidane, que metamos a Gattuso en El Padrino. The End.
Escrito por Matallanas | 4:35 p. m. | Enlace permanente