Con orgullo y un par... de huevos (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Lo dijo Casillas a la conclusión del partido en Pamplona, y resume mejor que ninguna otra teoría el retorno del madridismo a sus valores de siempre: “¡Qué huevos tenemos macho! Ni me lo creo todavía, haber ganado así. ¡Qué huevos macho! ¡Somos la hostia!¡Nos lo merecemos porque hemos sido los mejores de principio a fin!”. Nada que añadir. Así de fácil y así de viril. Una manera simple y definitiva para entender el tránsito de esa dañina “cultura del vedetismo” del pasado, al orgullo y la casta actuales. En pleno éxtasis, otro micrófono se acerca a Sergio Ramos para preguntarle la clave de este nuevo título. Nueva respuesta varonil al canto: “los huevos que le echamos”. Adiós al capricho consentido y la frivolidad fulera, bienvenidos sean el compromiso sin límite y la firmeza de la voluntad. El Real Madrid ha vuelto, y es otra vez campeón de liga. ¡Van 31!
Será fácil para algunos insistir en la mediocridad de esta liga, en lo barato que se ha puesto el título, la falta de competitividad y todo eso que, al parecer, les sirve para infravalorar el inobjetable triunfo del Real Madrid. Es lo mismo. Ninguna teoría, por muy despreciativa que pretenda ser, resiste la evidencia de haber comprobado como el campeón ha resuelto, con todo tipo de argumentos futbolísticos, los problemas que han ido apareciendo durante la temporada. Empiezas por remontar un gol adverso apenas cumplido el primer minuto del campeonato, y ante el eterno rival, y acabas por destrozar, en cinco minutos de rabia y carácter, la ausencia de épica que los inconformistas y ninguneadores te reclamaban de un tiempo a esta parte. ¡Toma épica!
En medio de todo ese largo itinerario, se ha discutido el modelo de juego y la idea de fútbol con la que el Madrid quiere recuperar el prestigio. Pero esa discusión también ha tenido lugar en las entrañas del club, enriqueciendo por tanto las soluciones y dignificando los cambios de actitud. Señalando de manera valiente las peligrosas intermitencias que algunas de las decisiones de Schuster han provocado en el juego del equipo, pero sabiendo que el entrenador comparte las mismas ambiciones e idénticos sueños de grandeza. Sin esconder los problemas de adaptación de algunos jugadores, pero empujándoles al mismo tiempo a atender las normas de un vestuario solidario y generoso, que por encima de todo quiere estar unido, y que cada día que pasa demuestra que el único estilo que quieren aceptar y les sirve, es el del propio Real Madrid.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 8:47 p. m. | Enlace permanente