Mister durmiente (Por Kiko Narváez)
el arquero. artículo publicado en la razón el 28 de abril de 2008
Por Kiko Narváez
La pregunta que más me hacen después de «¿por qué te retiraste?» sigue siendo y, cada vez con más asiduidad, la de «¿por qué no te sacas el título de entrenador?» Reconozco que después de los 36 abriles que me cayeron el sábado, el «Mister durmiente» que llevo dentro sigue con los ojos cerrados a la espera de un beso que despierte una vocación que años atrás descubrí con meridiana claridad en gente como «Pepino» Guardiola o el «Cholito» Simeone, al compartir vestuario y concentraciones con ellos.
Este último mes, tras coger el testigo de don Vicente del Bosque como seleccionador de Vodafone, hice mis primeros pinitos eligiendo entre 1.500 chavales, por diferentes castings en España, a 14 preseleccionados. Los convocados estuvieron en vísperas del Racing-Real Madrid haciendo las últimas pruebas para decidir los siete jugadores que representarán a España en Moscú, en la Vodafone Cup, que se jugará en los prolegómenos de la final de Champions (sueño con presenciar un partidazo el 21 de mayo entre el Liverpool del «Niño» y el Barça de Iniesta). Este será un master intensivo, una prueba de fuego a lo hora de gestionar un «minivestuario» con sus problemas y sus circunstancias (un portero que viene de vuelta y con la ilusión de un alevín, un rebelde por domesticar, un jovencito que aún puede ser futbolista sin nada que envidiar a Jesús Navas, el extrovertido que crea buen rollo y dos jóvenes a los que hay que guiar).
Me veo con capacidad de manejar la situación, pero no se me olvidará nunca el mal trago de la noche del domingo, en la cena post partido, cuando debía dar los pasaportes a los descartados. Juro que dudé si tomarme dos chupitos de licor de hierbas para venirme arriba. Por suerte, Javier Santos, el alma del cuerpo técnico, acostumbrado en sus 30 años de experiencia en las categorías inferiores del Real Madrid, cogió el toro por los cuernos y me quitó el embolado. Contradicciones tiene la vida, pero en la decisión final hubo factores, con los que no estoy muy familiarizado, que inclinaron la balanza. Físico, orden y distribución limpia fueron virtudes imprescindibles para la decisión final. Cualquiera que escuche esto preguntará por qué no llamé a Yaya Touré después de su exhibición ante el Manchester United. A pesar de tener la espada de Damocles clavada en la hernia, el blaugrana sería una petición segura del «Míster durmiente», si le diera por abrir los ojos.
A la vuelta de Moscú, alinearé mis nuevas sensaciones y os contaré las vivencias tras el debut de «Míster durmiente» ¿Será menottista o bilardista? ¿Elegirá el toque de Wenger o de la eficacia defensiva de Benítez? ¿Tendrá la labia de Valdano o la franqueza de Clemente? ¿Sabrá manejar el vestuario? ¿Será justo? Desde la barrera siempre he visto a «Míster durmiente» congeniando con aquella frase de que en el término medio está la virtud. Nunca me han gustado los extremos. Pero, sólo de hablar de hipótesis de lo que hará «Míster durmiente» en un banquillo, ¡me está entrando sueño!
Escrito por Matallanas | 5:43 p. m. | Enlace permanente