la columna de rafa benítez. el mundo.es (29-6-08)

Desde que llegamos a Inglaterra, hace cuatro años, han sido muchas las veces que he oído hablar sobre afinidades, paralelismos y pasiones recíprocas. Que si el 'Spanish Liverpool', que si el segundo equipo de muchos españoles es el de Anfield, que si audiencias televisivas multitudinarias en torno a la Premier... Lo último, con motivo de la Eurocopa y tras la eliminación en la fase previa de Inglaterra, es ese sentimiento generalizado de apoyo al combinado español que se aprecia, en infinidad de situaciones, en el día a día aquí en Liverpool.

Desde amigos ingleses que te sueltan un "vamos a ganar" enfatizando el verbo, pasando por mensajes de texto en la misma línea de euforia incontenida, y hasta alguna situación especial en la que me gustaría detenerme. Uno de nuestros capitanes, Jaime Carragher, tiene un restaurante en el corazón de la ciudad. Frente a la estatua de Eleanor Rigby, en una perpendicular a la mismísima Mathew St., se pueden ver hoy mismo dos enormes banderas de España que cuelgan de cada uno de los ventanales que escoltan la puerta. En ésta, ha cambiado el nombre de Cafe Sports England por un circunstancial, eso creo, Cafe Sports Spain.

En el interior, donde se dan cita cientos de aficionados ingleses bajo casi una decena de pantallas de televisión diseminadas por sus paredes, menudean las fotografías de Pepe Reina, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso y, ahora, sobre todo, Fernando Torres. Pero eso no es todo. Si uno pide la carta, encontrará platos como estos: 'Torres's Tortilla Omelette', 'Pepe's Pepperoni Pizza', 'Alonso's Spicy Chicken Wings' o 'Arbeloa's Barbecue Ribs'. De lo de encontrarse a reporteros de las distintas televisiones inglesas, enfundados en una camiseta de España, pidiendo a pie de calle pronósticos para la final, ya ni hablo. Llevan haciendo lo mismo desde el inicio de la Eurocopa.

Pero vamos a la final de hoy. España, aun sin Villa, aparece como favorita en todos los pronósticos. Creo que se lo ha ganado. Nuestro juego, basado en el control del balón y apoyado en la gran calidad de muchos de nuestros internacionales, resulta difícil de contrarrestar para la mayoría de los rivales. Poco a poco van cediendo al empuje español y, cuando encajan un gol, pierden el control de la situación, y su desorganización posterior hace que reciban alguno más. Alemania tiene orden, poderío físico y calidad en algunos de sus futbolistas. Pero, sinceramente, creo que si los de Luis imponen su estilo, los alemanes sufrirán. Especialmente sus centrales, que son demasiado grandes y corpulentos. Si Silva, Iniesta o Fábregas reciben entre líneas, a Torres le llegará más de un pase de gol.

De regreso al equipo germano, las llegadas de Lahm, sorprendiendo desde atrás, Schweinsteiger, por la derecha, y Ballack, como segundo punta si finalmente juega, son sus mejores armas. Reconociendo, como queda dicho, que la favorita es España, el único pero es algo que todos los entrenadores sabemos. Y es que los alemanes son tremendamente competitivos y muy difíciles de doblegar. Una última cosa. No sé qué once va a poner en liza Luis esta noche, no sé si va a jugar Torres. Pero quiero hacer un aparte para Fernando. Primero se habló de su buen entendimiento con Villa, pero cuando jugó como único delantero, su sola presencia fue una amenaza constante para las defensas rivales, creando un espacio entre líneas muy bien aprovechado por otros jugadores. Por eso, me sorprenden algunas despiadadas críticas hacia su aportación. Ojalá los calle esta noche.