Kun, el que nos da de comer (Por Antonio Sanz)
el rincón de judas. artículo publicado en público
Por Antonio Sanz
Existe un principio no escrito en el fútbol que explica que la estrella del vestuario es la que alimenta, con su juego y goles, al resto de la manada con quienes comparte escenario. El mejor jugador suele ser la referencia dentro y fuera del terreno de juego. Es el elegido para cambiar el destino de la entidad. Es el elegido por las masas para abanderar y liderar el proyecto. Es el elegido para conquistar los corazones de quienes se agolpan en el cemento dispuestos a alentar al escudo y a los colores. Todo esto es el Kun Agüero. El argentino es la mayor celebridad del Atlético de Madrid. La exhibición que realizó el pasado jueves en las semifinales de Copa es la muestra pública de su deseo oculto: quiere levantar el trofeo. Desde la celebración del sorteo, Sergio ha sido quien más ha alzado la voz y quien más ha contagiado al grupo con el único objetivo de envenenar a todos para aspirar a ganar. Desea el título. Cada vez está más cerca y ese es su gran sueño. Tras cuatro temporadas vestido de rojiblanco, mantiene que es ahora cuando más cerca está de tocar pelo. Por eso, en la caseta tira de ingenio y de moral para evitar perder esa condición de pibe de barrio que hace que sea diferente.
La cúpula rojiblanca asume ya sin disimulo que el único intocable del equipo es el ‘10’. Después de un verano ajetreado, la entidad considera hoy que cualquiera puede abandonar la nave, excepto el pequeño diablo argentino. Con el mercurio hasta los topes llegaron las propuestas de Real Madrid y Chelsea. Florentino Pérez negoció con el club para comprar a Forlán, cuando el verdadero objeto de deseo era el otro delantero sudamericano. Entretanto, los ingleses andaban peinando el mercado para encontrar relevo a los dos veteranos -Drogba y Anelka- que repiten con goles y éxito en el ataque londinense. Si Carlo Ancelotti requería al brasileño Pato, con quien trabajó en Milán, el máximo accionista anhelaba un delantero mucho más mediático. Pero Gil Marín entendió, y entiende, que el futuro pasa por construir el proyecto sobre las espaldas del menudo latinoamericano. Cantera y estrella es la fórmula que el Atleti proyecta para la próxima temporada. En el cuaderno donde se diseña el nuevo equipo el nombre de Agüero está escrito en mayúsculas. No genera dudas. No admite discusión. Es más, se augura que el Mundial sudafricano será el escaparate donde adquiera el espaldarazo definitivo para reinar en el continente como uno de los más grandes. Sólo si Argentina le ayuda será junto a Messi uno de los gladiadores del área. Por eso, esta vez sí, a los dirigentes no les temblará el pulso para traspasar a Forlán y/o Simao y así acreditar al Kun como el único heredero del trono que un día ocupó Fernando Torres.
Criado en el potrero de Flores, una villa del gran Buenos Aires, destacó primero en Quilmes antes de presentarse en Avellaneda con Independiente. Con 18 años llegó a Madrid y con 21 busca su primer título con el Atleti. Se refugia en su domicilio donde ejerce de joven padre para Benjamín. Allí juega a la ‘playstation’ y transita sin ruido, más allá del obligado por ser el yerno de Dios, mientras es consciente de que siendo sólo un infante es la gran esperanza de la afición para que el oso y el madroño vuelva a visitar en el mes de mayo la plaza de Neptuno.
Escrito por Matallanas | 4:40 p. m. | Enlace permanente