¿Os suena?

Por Alfredo Duro

Coincidió que en la víspera del partido contra esa potencia futbolística llamada Olympique Lyonnais (lo que no nosotros venimos a llamar Lyon, sin más), un cercano amigo y compañero de profesión me presentó en limpia y cuidadosa copia la última y flamante relación de “ricos y poderosos” que esa extraña y sospechosa empresa llamada Deloitte se atrevió a publicar con carácter de realidad económica y social por encima de cualquier otro análisis. En un “solemne”a la vez que estrafalario y absurdo informe, la teórica vanguardia económica de Occidente nos recuerda que al frente de esa incuestionable clasificación, un año más, se encuentra el Real Madrid. ¡Impresionante! Más teniendo en cuenta que, algunos colegas suyos, a los de Deloitte me refiero, recuerdan de vez en cuando que, Valdebebas al margen, el Madrid debe una pasta, algo así como cuatrocientos millones de euros.

Pequeñas deudas al margen, nos taladran la neurona pseudofinanciera los tipos de Deloitte con el espectacular ingreso de (que curioso) cuatrocientos millones de euros que, anualmente, es capaz de generar el Real Madrid para elevarse, sin que nadie se atreva a responder la levitación, por encima del resto de mortales futbolísticos que se reparten el interés por cosas como, pongamos un nimio ejemplo, ganar la Champions League de verdad. Debido a eso, posiblemente, nos acaba pareciendo casi insultante que algunos pongan en tela de juicio que, siendo el decimotercero de esa lista, la de “ricos y poderosos”, se te permita subirte a las barbas del “number one” y acabar por dinamitar sin prejuicio alguno el teórico poder divino que estos insípidos muchachos de Deloitte nunca te conceden.

Pues sí. Como todos imaginan a estas alturas, el que se ha subido a las barbas, las ha afeitado y se ha descojonado de risa con ellas ha sido, efectivamente, el decimotercero de la lista, el Olympique Lyonnais (ese al que nosotros nos seguimos refiriendo como “el Lyon”). Y la verdad es que motivos tienen para seguir descojonándose. Los mismos que tengo yo para descojonarme de todas estas hilarantes filosofías económico-sociales que lo único que han conseguido es llevar al Real Madrid a un modelo de división entre su gente, que empieza a parecer irreconciliable. La única conclusión seria en este permanente ambiente 'guerracivilista' es que, por una vez al menos, convendría mandar a tomar por saco a la Deloitte Cup y centrarse en la Copa de Europa de toda la vida. Y a ver qué pasa.

Duro, ¿os suena?