EL RINCÓN DE JUDAS. ARTÍCULO PUBLICADO EN PÚBLICO

Por Antonio Sanz

La temporada que está completando Gonzalo Higuaín obliga a despejar dudas. Y más cuando el pueblo argentino aconseja a Maradona que la mejor dupla de ataque de la albiceleste es la que forman Leo Messi y el delantero del Real Madrid, a quien ubican por delante de Tévez, Agüero, Diego Milito o Palermo. Los goles del ‘Pipita’ han obligado a la dirección deportiva merengue a replantearse seriamente una revisión del contrato que concluye en junio de 2013. Sin embargo, parte de la junta directiva, comenzando por el presidente Pérez, no otorga a Higuaín el papel de referencia ofensiva del club. Ya lo demostró Florentino el pasado verano, que decidió acudir personalmente al domicilio francés de Benzema cuando le comunicaron que el Manchester United enredaba la madeja del fichaje. Hoy, se pregunta cómo explicar que nadie haya heredado en propiedad el ‘9’ que portó un día su ariete predilecto: Ronaldo, sí el gran Ronaldo Nazario. Cuando pisó el Bernabéu como propietario del gran sillón se encontró con Morientes, pero no le resultó suficiente. Por eso buscó, hasta encontrar al carioca, a una estrella mundial. Incluso, provocó competencia con un balón de oro -Owen- y con una estrella emergente -Robinho-. Así hasta que el relevo en la presidencia apostó por un último mohicano -Van Nistelrooy- y, sin suerte, por dos enigmas que patinaron: Saviola y Huntelaar.

Otra facción del ático blanco analiza a la plantilla y entiende que el goleador ya vive en casa. Cristiano Ronaldo promedia casi treinta goles por temporada, pero no es el ariete puro al estilo de los mencionados. Florentino, que reúne un lindo abanico de estrellas, se siente huérfano en lo más alto del once ya que Benzema no encuentra el sitio e Higuaín reclama el suyo con goles, pero sin embargo no es la figura deseada por el mandamás para cohabitar en la vanguardia. En la planificación futura de delanteros aparece un nombre subrayado. Es el de Wayne Rooney. Las dificultades para vestirlo de blanco son extremas, pero esto motiva especialmente a Pérez. El año del inglés es excepcional, ocupando el privilegio de ser considerado el punta más en forma del continente. Los halagos lo arropan: Ferguson presume del mejor futbolista que ha dado Inglaterra en los últimos treinta años y Capello rememora al Raúl que coqueteó con los más grandes del mundo. A favor, la aplastante deuda de los ‘red devils’ -ronda los 800 millones de libras- y el altísimo desembolso que ya pagó por Cristiano. En contra, el deseo del manager escocés de retener a su estrella modificando el relato laboral. Se le plantea ganar ciento cincuenta mil libras semanales por cada uno de los próximos cinco años.

El Real Madrid no dispone de demasiadas alternativas. Si fracasó en la tentativa de firmar a los dos primeros objetivos -Villa y Forlán- porque Valencia y Atleti desaparecieron en el último momento de la negociación, otros goleadores se han borrado con sus declaraciones y acciones de la lista de futuribles: Torres y Agüero -por pasado y presente rojiblanco- y Etoo -incómodo y disgustado en el Inter de Mourinho, pero cortado por su extrema y pretérita vinculación con el barcelonismo-. La determinación pasa por recuperar a Benzema y rendirse a Higuaín, pero la tentación de poseer a otro crack sigue viviendo arriba.