En mi Madrid me Mata de hoy
Florentino y Beckham eligen Eriksson para el sexto proyecto
La cruda realidad del Real Madrid fagocitó a Luxemburgo. Desde este foro habíamos aventurado las enormes dificultades que iba a tener el brasileño para comerse el turrón como inquilino del banquillo madridista. Tres crisis en apenas cuatro meses son demasiadas crisis. Y Florentino ha puesto a López Caro como anunció el diario ‘La Razón’ que iba a hacer el pasado 15 de septiembre, después del primer varapalo del equipo en Lyon. Lo ha puesto Florentino porque lo de la Junta Directiva es un paripé, un trámite necesario burocráticamente, pero en el Madrid el que pincha y corta es el presidente. En esta crisis, aunque no haya dado la cara para decir, digamos, “señores me he equivocado, vamos a intentar retomar el rumbo con un nuevo entrenador”, Florentino ha perdido un jirón más de credibilidad hacia su masa social, hacia esos madridistas que se encuentran sin referente con un equipo a la deriva, presidido a impulsos y sin un plan deportivo.
El objetivo es salvar los meses que quedan hasta la próxima temporada y, con el equipo vivo en la Liga, en la Champions League y sin haber debutado en la Copa del Rey, intentar pescar algún título que actúe como bálsamo en el orgullo colectivo madridista. Y acertar con el próximo entrenador, aunque el acierto será dejar trabajar al técnico elegido. Con la leyenda de Del Bosque agrandándose cada crisis hasta el infinito, suenan los nombres de Wenger, Benítez, Mourinho, se filtra el acuerdo con Capello, pero el elegido es otro. Sven Goran Eriksson será el entrenador del Real Madrid a la conclusión del Mundial, según ha comentado Florentino a su entorno más amplio. El sueco acaba su vinculación con la selección de Inglaterra tras la Copa del Mundo de Alemania y es el elegido por Florentino Pérez para sus sexto proyecto. Bueno, es el elegido de David Beckham. Eriksson va empezar a trabajar ya en la sombra y las decisiones de largo recorrido que tome López Caro en el primer equipo tendrán la supervisión y autorización del sueco.
La destitución de Luxemburgo y el nombramiento de López Caro ha puesto a Florentino al descubierto. Creo que merece la pena reproducir unas líneas del artículo de Santiago Segurola ayer en El País titulado ‘El precio de la incoherencia’: “El presidente, que llegó para cambiar los malos hábitos del club, ha entrado en la misma dinámica que sus antecesores. Ha entrado en la dinámica que caracteriza a la inmensa mayoría de los presidentes. No es ajena su figura a muchas de las decepciones actuales. El fútbol, que hace del éxito y la fama una trampa contaminadora, convirtió a Florentino Pérez en una celebridad social. El hombre que llegó del frío para dotar al club de una estructura extremadamente profesional se ha dejado llevar por las vanidades del personaje de éxito, refractario a la autocrítica y constantemente adulado a su alrededor. En muchos aspectos su personalidad condiciona la dirección deportiva del Real Madrid...”
Escrito por Matallanas | 1:09 p. m. | Enlace permanente