Madrid me Mata
El deseado Wenger pondrá a prueba la inestabilidad del Real Madrid*
Tiene razón López Caro en no ahondar en el análisis de la próxima eliminatoria de Liga de Campeones y centrarse en la ‘final’ ante Osasuna de mañana. El enfrentamiento ante el Arsenal es a finales de febrero y para entonces no se sabe si el lebrijano será el técnico y si el Real Madrid estará realizando al fin buen fútbol. Pellegrini, el técnico del Villarreal, comentó ayer que ni había visto el sorteo porque ahora no le interesa la Champions. Pero a los periodistas sí nos toca analizar esos enfrentamientos. En Madrid, el morbo del Chelsea-Barça se percibe mayor que el del Real Madrid-Arsenal. Pero el enfrentamiento de Wenger al equipo o, mejor dicho, al presidente que le ha querido fichar tiene igual interés que el regreso de Mourinho al Camp Nou por segunda temporada consecutiva.
Florentino se reunió con Wenger al menos en cinco ocasiones, una en Glasgow, el día que el Real Madrid ganó su ‘novena’ Copa de Europa, con lo que suponía de falta de respeto para Vicente del Bosque, y el francés siempre le dijo que nones. Hace unos días, cuando el nombre de Wenger volvía a relacionarse con el Real Madrid, Arsène se refirió a la inestabilidad que supone para un entrenador trabajar en el equipo blanco: “Es un trabajo atractivo para todos aquellos que no tienen uno. Pero, por otro lado, parece que no es un trabajo estable. Cuando los cambios dentro de un club se hacen demasiado rápidos, eso quiere decir que el problema no siempre está en el entrenador, sino en otra parte”. Unas declaraciones en las que, a buen seguro, profundizará el técnico francés de aquí al 22 de febrero cuando se enfrente al Real Madrid.
Pero para eso quedan aún dos meses y la realidad del Real Madrid pasa por la provisionalidad de López Caro. Al margen de las palabras de apoyo de toda la plantilla, exageradas las de Beckham diciendo que “López Caro es inteligente y especial”, es cierto que el equipo se está entrenando bien y el trabajo puede dar sus frutos si los resultados acompañan antes del parón navideño. No se sabe si López Caro estará en la tesitura de ser fiel a sí mismo y repetir el once con el que ganó en Málaga, porque la dolencia de Zidane puede permitir la entrada de Beckham y la muela del juicio extraída a Robinho puede provocar también que si el francés se recupera y el brasileño no, Zizou juegue con Becks… Pero Osasuna no lo pondrá nada fácil, empezando por Ricardo, un portero al que se le da bastante bien el Bernabéu, pasando por Raúl García y acabando por Milosevic. Y Valdo y Corrales conocen bien a López Caro.
*Mi artículo publicado hoy sábado en Sport
Tiene razón López Caro en no ahondar en el análisis de la próxima eliminatoria de Liga de Campeones y centrarse en la ‘final’ ante Osasuna de mañana. El enfrentamiento ante el Arsenal es a finales de febrero y para entonces no se sabe si el lebrijano será el técnico y si el Real Madrid estará realizando al fin buen fútbol. Pellegrini, el técnico del Villarreal, comentó ayer que ni había visto el sorteo porque ahora no le interesa la Champions. Pero a los periodistas sí nos toca analizar esos enfrentamientos. En Madrid, el morbo del Chelsea-Barça se percibe mayor que el del Real Madrid-Arsenal. Pero el enfrentamiento de Wenger al equipo o, mejor dicho, al presidente que le ha querido fichar tiene igual interés que el regreso de Mourinho al Camp Nou por segunda temporada consecutiva.
Florentino se reunió con Wenger al menos en cinco ocasiones, una en Glasgow, el día que el Real Madrid ganó su ‘novena’ Copa de Europa, con lo que suponía de falta de respeto para Vicente del Bosque, y el francés siempre le dijo que nones. Hace unos días, cuando el nombre de Wenger volvía a relacionarse con el Real Madrid, Arsène se refirió a la inestabilidad que supone para un entrenador trabajar en el equipo blanco: “Es un trabajo atractivo para todos aquellos que no tienen uno. Pero, por otro lado, parece que no es un trabajo estable. Cuando los cambios dentro de un club se hacen demasiado rápidos, eso quiere decir que el problema no siempre está en el entrenador, sino en otra parte”. Unas declaraciones en las que, a buen seguro, profundizará el técnico francés de aquí al 22 de febrero cuando se enfrente al Real Madrid.
Pero para eso quedan aún dos meses y la realidad del Real Madrid pasa por la provisionalidad de López Caro. Al margen de las palabras de apoyo de toda la plantilla, exageradas las de Beckham diciendo que “López Caro es inteligente y especial”, es cierto que el equipo se está entrenando bien y el trabajo puede dar sus frutos si los resultados acompañan antes del parón navideño. No se sabe si López Caro estará en la tesitura de ser fiel a sí mismo y repetir el once con el que ganó en Málaga, porque la dolencia de Zidane puede permitir la entrada de Beckham y la muela del juicio extraída a Robinho puede provocar también que si el francés se recupera y el brasileño no, Zizou juegue con Becks… Pero Osasuna no lo pondrá nada fácil, empezando por Ricardo, un portero al que se le da bastante bien el Bernabéu, pasando por Raúl García y acabando por Milosevic. Y Valdo y Corrales conocen bien a López Caro.
*Mi artículo publicado hoy sábado en Sport
Escrito por Matallanas | 11:30 a. m. | Enlace permanente