Un minuto en el campo. Tres lances. Recibe un recadito de Joaquín. Da un empujoncito a Doblas, de pillo. Y da otro toque al balón. Y a la jaula. Gol. Antonio Cassano enloqueció y se fundió en un abrazo con Zidane. Con duende, ha debutado con duende el italiano. Fue falta porque al portero no se le puede tocar en el área pequeña, pero su toque fue sutil, tanto que no lo vieron ni el auxiliar ni el árbitro, sólo lo captó la cámara de la tele. Y gol. De Cassano. Ahí le tienen y el Real Madrid sigue saliendo de la crisis con esas pequeñas cosas que cambian el estado de ánimo del equipo y de la afición, detalles como que debute Cassano y nada más salir bese el santo, tras desequilibrar a Doblas, verdad, pero gol al fin y al cabo.
P.D. ¡Cómo somos de vacilones! Buscando el mote de Cassano para Pérez Sala, narrador de la Cope, ha habido una improvisada tormenta de ideas en la redacción. Todas con 'buena' intención. El Piraña', por el gordito de Verano Azul, Tiramisu Cassano, Carbonara Cassano, Maccarroni... Se ha quedado con 'Il Piraña', a propuesta de Rubén Uría...