La salida de Antonio Cassano del vestuario de la Roma ha sido recibida con alegría por sus ex compañeros. No es que se alegren de su fichaje por el Real Madrid, que alguno se alegrará, sino que se sienten mejor porque ya no tendrán que compartir vestuario con el polémico delantero. Según he podido saber de fuentes cercanas al vestuario de la Roma, el ex madridista Christian Panucci ha montado dos de sus famosísimas fiestas (en su etapa en Madrid eran muy populares los saraos que montaba en su chalet) para celebrar la marcha de Cassano al Real Madrid. Y en ambas fiestas la asistencia de ex compañeros fue masiva. Por eso, no es de extrañar que Cassano no se despidiera de los jugadores de la Roma, como denunció públicamente Totti nada más ser presentado Antonio como nuevo jugador del Real Madrid.
Cassano se encontraba anoche cenando en el restaurante De María. Y no me pareció mal tipo. Es el clásico chaval de barrio, de mirada pícara, gestos de seguridad y chulería genética. Cuando me le presentaron y le dije que era periodista, me sacó el dedo anular, vacilón, e insistió con gestos evidentes para demostrar que pasaba de los miembros de la canallesca. Le pregunté que cuándo debutaba y se mostró también pasota y vacilón, quizás por la presencia de Ernesto Bronzetti, el intermedario que le ha traido, con quien vio que yo tenía buen rollo. Antonio sí me comentó su alegría por la goleada de sus nuevos compañeros al Athletic de Bilbao. Cenó en De María con la mítica Rafaella Carrá, la popular cantante y presentadora italiana. Precisamente, según se ha publicado en Italia, la Carrá llamó en persona a Florentino Pérez para que se animara a fichar a un 'crack' como Cassano. Y Florentino lo fichó. "Explota, explotame, explo, explota, explota mi corazón..."