Cuando el fichaje de Guti por parte del Atlético de Madrid se antoja harto complicado y el portugués Maniche ("el uno o el otro, nunca los dos", ha venido a decir Gil Marín desde hace días) se perfila como la única opción para el medio centro es tiempo de reflexionar y de analizar que el tipo de futbolista que necesita el Atlético de Madrid es Guti y no Maniche. El perfil del portugués (buen jugador que se ha mostrado aún mejor en el Mundial de Alemania) es similar al de Luccin e incluso, aunque más llegador, al de Costinha. Maniche rinde más al lado de un creador de juego, jugando junto a Deco es más futbolista.
El Atlético necesita desde hace muchas temporadas un creador de fútbol, un cerebro, un organizador, un Schuster. Prácticamente desde que se fue el alemán del Calderón no ha habido un futbolista de ese perfil. Baraja pudo serlo, pero el descenso se lo llevó al Valencia donde ha exhibido su fútbol varias temporadas. En la campaña dorada del Doblete, esa figura se vio reemplazada por la llegada de tres volantes de categoría como eran Simeone, Pantic y Caminero, sujetando el equipo un Juan Vizcaíno grandioso. Pero después nadie ha creado fútbol en el Atlético. La versatilidad de Movilla chocó contra el gran error de Manzano que se creo un problema donde había un profesional modelo.
Y ahora mismo Guti sería el futbolista ideal para nutrir de balones a Fernando Torres y Agüero. El argentino es un pelotero de categoría pero sin un surtidor de pases zozobrará por el césped como se vio el sábado pasado ante el Milan en Riazor. Y Fernando Torres puede inventarse alguna ocasión con su enorme potencia, pero con pases al hueco su rendimiento se dispararía a la altura de un Aleti grande, del Aleti de toda la vida salvo el paréntesis desastroso de la última década.
Gil Marín cuenta con el sí de Guti tras varias conversaciones. La oferta económica y el proyecto deportivo motivaban al centrocampista de Torrejón. Guti sabe que si se enfunda la rojiblanca va a recibir muchos pitos y que sólo con su fútbol puede revertir el odio de unos aficionados que le ven como el enemigo vikingo. Pero si rinde como sabe esos silbidos se tornarían aplausos con naturalidad. A Gil Marín siempre le han gustado futbolistas del perfil de Guti. Intentó fichar a Xavi en el segundo añito en el ‘infierno’, pero aquel intento lo echó abajo Luis Aragonés porque consideraba que el cerebro del Barça iba a sufrir mucho con el fútbol directo y de segunda jugada de la Segunda división. El consejero delegado también ha hecho ofensivas por hacerse con los servicios de Iniesta, el mejor socio de Torres en las selecciones inferiores, pero finalmente no lo ha podido fichar.
Guti estaba realmente convencido de asumir el reto colchonero, pero ahora es el Real Madrid el que no le deja moverse. Ni Capello ni Mijatovic ni Ramón Calderón aceptan su marcha conscientes de que pierden a un jugador de talento, a uno de sus capitanes y a un futbolista exponente de su cantera.
Su presencia ayer en el Santiago Bernabéu no fue casual. No fue una coincidencia que Guti apareciera justo cuando Calderón y Gil Marín cerraban el ‘fichaje’ de Jurado. Y conociendo a Gil Marín se sabe que cuando afirmó que no había visto a Guti en las oficinas del Bernabéu sus palabras no se correspondían con la verdad. Además, en ningún momento en sus declaraciones, Gil Marín descartó el fichaje de José María Gutiérrez, aunque rápidamente los titulares de las webs afirmaban que había descartado su fichaje, pero escuchando el sonido no lo descartaba en ningún momento. No obstante, su contratación es muy complicada porque el Real Madrid no le deja irse.
Jurado puede crear fútbol y también le va a venir al Atlético, pero Guti no es una promesa, es un futbolista consagrado y el Atlético le necesita más que a Maniche para crear fútbol. Por cierto, incomprensible que un jugador traspasado no pueda jugar contra su ex equipo de visitante. Eso se llama cesión, no traspaso. Mal el Atlético y mal el Real Madrid en la consecución de este fichaje.

FOTO: Jesus Aguilera (As.com)

P.D. Ultima escala vacacional en El Puerto de Santa María.

23 grados, una brisita y nubes nos han recibido en la tierra de Rafael Alberti y unas deliciosas paletillas de lechal horneadas por mi padre nos han hecho reponer fuerzas después de haber disfrutado anoche con Anto y Pa de las fiestas de La Paloma, en la que mi Madrid se convierte en un pueblo (¡Qué malo es el Koala en directo!).
Ya que estamos aquí, habrá que ir al Carranza para ver al equipo de Capello a una semana del debut liguero. Me da que Nini se ha montado las vacaciones con vistas futboleras: ver al Aleti en Shanghai y en el Teresa Herrera y al Madrid este 'finde' en Cadiz. ¡Habrá que hacer un esfuerzo! Lástima que mi hermano David no pueda venir. Es biólogo y tiene mucho curro en Glasgow. Ahora que se ha hecho futbolero habría disfrutado en el Carranza (aunque es antimadridista, por aquello de llevar la contraria a mi padre).