¿Os suena?
DEL BOSQUE SELECCIÓN
Por Alfredo Duro
Pero además ya. A estas horas, la dimisión de Luis tendría que haber llegado a todos los rincones del mundo como lógica consecuencia de una derrota de la que él mismo se ha hecho máximo responsable. Su torpe insistencia en aferrarse al cargo vá a acabar consiguiendo que nos convenza a todos que su decisión es sólo una cuestión de … dinero. ¿No será eso lo que le impide ser consecuente con esa valentía, dignidad y rectitud que siempre nos ha vendido? “ No me voy, pero entendería que se tomaran medidas”. Huele mucho, y huele mal. De ser así le estaría poniendo a su carrera un bochornoso y lamentable epílogo.
Fuí de los que, acabado el mundial, me resistí a aceptar el cambio de seleccionador como solución al problema. Pensaba y pienso que nuestro fútbol alimenta un perfil de jugador que llena nuestro paladar desde lo estético y, salvo excepciones, nos deja con hambre en lo competitivo. La apuesta de Luis me pareció acertada y con posibilidad de marcar diferencias con respecto al modelo de otras selecciones. Era lo mejor que teníamos y el seleccionador transmitió verdadera ilusión y motivación. La cosa acabó como siempre y lo fácil era mirar al banquillo y jubilar a Raúl. Demasiado superficial y barato de digerir.
El principio de confianza, mucho más importante y elevado que el de autoridad, ha desaparecido de los valores que acompañan a Luis como seleccionador. Los jugadores se han aburrido de él, y el gran público también. Ante eso no caben dobleces. Ya no es una cuestión de modelo ni elección de jugadores, sino de capacidad para ser convincente y creíble. Si de eso presume Luis, de no tener dobleces, de ir de frente y mirar a los ojos ¿qué coño pasa aquí? Poco importa ya quién dé el paso. Llegados a este punto la situación no permite esperar más tiempo. La presión popular se debe hacer valer como ya ocurriera hace ocho años, cuando Clemente y la propia Federación se hacían los locos tras el ridículo de Chipre. Entonces, por aclamación, Camacho fue el elegido. Ahora, por aclamación y un montón de cosas más, Vicente Del Bosque aparece como única figura capaz de aglutinar las reivindicaciones de otros cuarenta millones de seleccionadores.
El mejor jugador de Dinamarca
Ha tenido para todos y lo ha hecho como es él, sin medida. Gravesen no se ha ahorrado palabras para descalificar a Capello, y ha encontrado en el término “mierdas” la mejor manera de definir la actitud de algunas estrellas por su ausencia de responsabilidad cuando la situación se lo exigía. Su presentación como jugador del Real Madrid tuvo honores de gran fichaje. No en vano, como dijo el entonces presidente, se fichaba al “mejor jugador de Dinamarca”. Bueno, pues, ha llegado el mejor jugador de Dinamarca y entre dentelladas ha soltado una muy buena pregunta: “¿Para qué me ficharon?” Siempre he entendido que fue Arrigo Sacchi el responsable de su fichaje pero, claro, eso nos llevaría a otra cruel pregunta: ¿y quién fichó a Sacchi? Qué tiempos aquellos!
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 4:00 p. m. | Enlace permanente