FIRMA INVITADA. Alberto Gómez
como una moto...
Denuncia de un ‘pelotero’
Por Alberto Gómez*
Me echo a los ojos los periódicos el día después del derbi y no salgo de mi asombro. En ningún lado leo ‘atraco’, ni ‘robo’ ni otros vocablos similares. Tampoco ‘infamia’, ‘debacle’ o ‘vergüenza’. Pero claro, el fútbol de hoy en día es un producto aséptico, matizado. No hay lugar para las famosas ‘verdades del barquero’ de García. Menos ahora, que ni Quintero tiene agallas para pintar algo. Como ya no le dejan ni fumar...
A veces me duele tener que hablar de fútbol. De discutir, ni hablamos. Hoy en día, todo tiene que estar tamizado por la censura. Unos prohíben enjuiciar lo indeseable. Otros se autocensuran, bien perdidos en corrientes de opinión gregarias bien adictos a las creencias comunes o inyectadas en la calle con moditas al estilo Lama. “O eres raulista o no te mereces un sueldo digno”. O estás conmigo o contra mí. Y se desata la quema de herejes. Ahora no hay quien argumente que Casillas es un portero mediocre (mala colocación, malas manos, pocas dotes de mando), que Raúl debería rellenar la cartilla del INEM o que Salgado hace 20 años no tendría hueco ni de utillero del Baracaldo. El pensamiento único lo ha invadido todo como un mal endémico. El miedo al patrocinador, el pánico al presidente poderoso, la falta de personalidad para no escaparse de la masa y luchar por una idea.
Lo del Calderón -por el estadio, claro- no tiene nombre. Como madridista, por vez primera en mi vida, deseé que mi equipo ‘palmara’. Y no lo hizo. Y estos resultados residuales son los que, al final, te montan un cáncer de los que al final no hay dios que lo extirpe. Que el Madrid empatara fue una anécdota terrible para los que gustan del buen fútbol -no incluyo en esta nómina a los 80 mil que se dejan ver comiéndose el bocadillo por el Bernabéu-. Porque sin el desastre no es posible una catarsis. Y, punto a punto, con toallitas calientes, se va pasando el ridículo resultadista. Y Capello, tan contento. Raúl resulta que estuvo -lo veo en las generosas puntuaciones-, Casillas parece que hizo el partido de su vida, Higuaín es el nuevo Zidane... Y así sigue la fiesta. Todo ello aderezado por comentarios de ex futbolistas involucrados en algunos medios que parecen contagiados por lo sones que tocan los ‘gurús’ mediáticos.
Del robo inmaculado y blanco madridista mejor no hablar. Lo de Daudén es digno de ser investigado por el CSI. Pero los medios sólo vierten eufemismos del corte ‘polémica’ o ‘desacierto’. Lo del gol fue de verbena. Lo de Cannavaro, un defensa nacido de pie y sobre un balón de oro (por no decir de hojalata) es de traca. Lo tenía que haber mandado a casa 45 minutos antes, pero tampoco el luces de Capello hizo demasiado por evitar su exclusión. Pero ya no me sorprende nada de este ‘allenatore’, aclamado por los 80 mil del ‘bocata’ al inicio de temporada, y que ahora paga los insultos de ese mismo sector charcutero y tortillero que también jalea las carreras desorientadas de su famélico ‘7’.
Pero como aquí, como en el Calderón, todo vale. Y el Atlético sigue siendo tan miserable como el Madrid. Al menos los ‘calderonianos’ del río Manzanares pudieron disfrutar con los suyos. Yo, con mis otros ‘calderonianos’, los blancos de juego tachable, me aburro. Por ellos me ‘peleo’ en la calle, en mis tertulias de barra y, al final, me llevo unos berrinches para casa que no merecen la pena. Lo único que me llena en estos tiempos de Lamas, ‘talibanes’ futbolísticos y amigos de Fabio es que me consideren un hereje. En el siglo XXI el fútbol que yo entiendo está condenado. Los aduladores de columna son sus verdugos. Y los del 'bocata'...
*EDITOR JEFE DE MOTOR DE MARCA Y EX PORTERO DEL RAYO VALLECANO
En mi regreso a Marca me he reencontrado con buenos colegas. De esos que aunque lleves meses, años sin hablarte, cuando los vuelves a ver parece que retomas la conversación del día anterior. Entre ellos se encuentra Alberto Gómez. Es el Editor Jefe de Motor de Marca. Por supuesto, controla un montón de motor, pero además controla mucho de fútbol. Principalmente porque estuvo a un paso de triunfar en el balompié (fue tercer portero del Rayo Vallecano y luego jugó en muchos Terceras) y conoce bastante bien, por tanto, como funciona un vestuario. Además, es un tipo apasionado y noble. Alberto me ha preguntado que si podía escribir en el blog, que no me atrevía a publicarle sus opiniones futboleras. "Ya tardas..." Y aquí está su artículo. Bienvenido a la 'blogsfera' 'Paquetón'!!! Si te mola, te preparo una sección con fotito...
Escrito por Matallanas | 8:41 p. m. | Enlace permanente