El único plan se llama Cristiano Ronaldo (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Y si finalmente, como parece, no acaba jugando en el Madrid esta temporada, alguien tendrá que dar explicaciones y tomar nota del desgaste que para su figura supone este chasco. Ese alguien no es otro que Ramón Calderón, al que entre Cristiano Ronaldo, Jorge Mendes, la familia Glazer y algún personaje de confianza de los que imponen respeto en las oficinas del Santiago Bernabeú parecen haber dejado tirado sin más. El presidente se jugó todo el proyecto de este año a la figura del joven portugués, convencido por la gente más cercana a CR de su intención de salir del Manchester y presionar hasta donde hiciera falta para fichar por el Real Madrid. Convencido también de la voluntad de los propietarios americanos del United a aceptar el traspaso siempre y cuando el Real Madrid fuera capaz de poner 85 millones de euros encima de la mesa, y convencido también por alguno de sus hombres de máxima confianza, de acabar de una vez por todas con el pesadísimo lastre del fichaje frustrado de Kaká, que tantos tocapelotas como andan por ahí sueltos han tenido a bien recordarle a Calderón durante su mandato.
El resultado final de este puzzle que tanto nos ha entretenido durante el verano es que los tocapelotas están dándole a la botella sin parar desde que aparecieron las declaraciones de CR en la prensa portuguesa diciendo que se queda en el Manchester, que Kaká apunta hacia el Chelsea porque a Abramovich parece que se le ha ido la olla del todo y está dispuesto a poner cien millones para delirio de Galliani y Berlusconi, que en el Bernabeú se cruzan apuestas por el número de cabezas que pueden rodar como consecuencia de este “gatillazo” y, lo más importante de todo, que Cristiano Ronaldo ha regresado a Manchester para decirle a Fergusson que “aquí no ha pasado nada” y que “morirá” por el escudo de los diablos rojos en lugar de encontrarse en Madrid provocando la comparecencia del ministro Solbes para explicar los efectos que sobre la agonizante economía nacional puede tener la locura delirante del presidente del Madrid de pagar esa burrada de pasta por un simple jugador de fútbol que, para más inri, está lesionado. Y para rematar el drama, aquí tenemos encima a los del Plan B.
¿Y qué diablos, por no decir qué coño, es el plan B? ¿Una manera cursi y cínica de decir que aunque no he sido capaz de fichar al jugador que quería traigo un par de rubias para que nos vayamos entreteniendo entre todos? ¿Pasamos de una morenaza cañón y destructora a un par de rubias simplonas y puede que incluso juguetonas? A eso me refería con lo del “gatillazo” mencionado un poco más arriba.
Seamos serios. Nunca hubo un plan B, y nunca pensó Ramón Calderón que llegado el mes de agosto tuviera que tomarse un tiempo para medir el alcance real que en su prestigio y crédito pudiera tener este revés. Mijatovic, con buen criterio a mi juicio, apostó por Van Nystelrooy y Raúl como principal fuente de inspiración goleadora. Porque los dos han hecho un montón de goles, porque tienen el respeto del vestuario y del aficionado y porque, sencillamente, se lo han ganado. Con ellos, Higuaín ha acabado por convertirse en una de las alternativas más espectaculares que últimamente ha tenido la delantera del Real Madrid, obligando entre otras cosas a que Robinho se decida de una “p… vez” a saber qué quiere ser en esta vida y cómo pretende conseguirlo. Quizá tomando nota del propio Higuain y de la voluntad de Robben por ser cada día mejor jugador. Aquí era donde a la dirección deportiva le encajaba Van der Vaart y ponía la guinda Cristiano Ronaldo. El verdadero y único plan. Como las morenas de verdad.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 11:31 a. m. | Enlace permanente