MATA-DOR. artículo publicado hoy en marca

Cuando Vicente Boluda asumió la presidencia del Real Madrid se presentó como el encargado de realizar la transición hacia la regeneración del madridismo, haciendo un paralelismo con la importantísima y fundamental función que realizó Adolfo Suárez en la Transición de España a la democracia. Suárez lideró aquellos ‘Pactos de la Moncloa’, mientras Boluda debía liderar los ‘Pactos del Bernabéu’. Pero hasta la fecha Boluda no ha tenido más que buenas intenciones, pero no ha negociado con el madridismo en busca de acuerdos que busquen el triunfo de la catarsis urgente que necesita el Real Madrid. Boluda ha prometido mucho, pero no ha hecho nada concreto, posiblemente maniatado por unos directivos que no le dejan todo el margen de maniobra que él necesita.

La preparación de la Asamblea del 29 de marzo y la convocatoria de las próximas elecciones necesitan que Boluda demuestre su buena voluntad y pacte con la oposición (hay tres plataformas que la representan perfectamente) el desarrollo de esa Asamblea y esos comicios que deben ser consensuados por el madridismo. Boluda ha empeñado su palabra en que busca la transparencia tras un periodo dominado por el oscurantismo, las sospechas y las irregularidades de la junta directiva de la que era vicepresidente y que ahora preside. Pero debe demostrarlo y ejecutar y no quedarse en buenos propósitos. Señor Boluda, cumpla su palabra, haga la transición y ejecute.

En otro plano, en el futbolístico, en el de los dirigente a la vieja usanza tipo Gil, incluso Mendoza, están las palabras, las declaraciones del presidente Boluda. El chorreo al Liverpool que anunció en la Cope y el ‘punto’ que le saca al Barça que dijo en Punto Radio son manifestaciones que hay que entender en clave de motivación. Lo que pasa es que en el fútbol muchas veces al que saca pecho se lo parten. Pero no dejan ser grandes titulares y temas de conversación en la tertulias futboleras. Salsa para el fútbol. Y también pueden verse como estrategia para desviar la atención de los otros problemas que aún arrastra el club por una mala gestión y la fraudulenta y bochornosa Asamblea del 7-D y centrar esa atención en las diez victorias ligueras consecutivas, que es lo realmente importante para los madridistas. Pero esos posibles éxitos deportivos no hacen olvidar a la masa social merengue que el club necesita una regeneración. Urgente.