el rincón de judas. artículo publicado hoy en público

Por Antonio Sanz

Ha despedido pletórico el año de 2009. En su última estación ha tocado la perfección. Ha arrasado en la conquista de trofeos y también ha soliviantado a las masas mediáticas que continuarán, todavía con más ahínco, con el derribo hacia quien ha utilizado su cargo en el fútbol para encontrarse posición en la política, su próximo destino. Joan, el aún ‘president’, mantiene vivas varias asignaturas pendientes en el tramo final de su gestión. Parece mentira después del atracón de títulos, pero sí, al menos tres materias merecen su atención, aunque en su mente esté más dar mítines y proclamas que encauzar el futuro del barcelonismo.

Mientras la gran obsesión pasa por blindar con meteóricas cláusulas de rescisión a sus estrellas, Joan no es capaz de maquinar una transición tranquila hacia el sillón que ocupará con la primavera un nuevo dueño. Se hacen públicas sus discusiones e insultos para con uno de sus últimos fieles, el vicepresidente Ferrer, o proclama a Godall como delfín o rememora distancia con Rosell o aplaude la silenciosa aparición de Guixà y Benedito, también aspirantes. Joan se apunta a la teoría que explica que cuanto más se diversifica el voto más se perjudica al favorito. Por eso, cuantos más candidatos se apunten mucho mejor para alejar a Sandro, su principal enemigo, del poder. Por eso, no le interesa una etapa tranquila porque supone que es bueno para el Barça, pero malo para sus intereses. Como pésima noticia es cerrar su ciclo sin renovar al gran artífice del éxito. Guardiola está más cerca de dejarlo que de continuar. El desgaste personal y físico sufrido durante estos dos años provoca en él reflexión y pausa. El técnico es consciente de que más alto no puede volar y que ahora todo será caer, lentamente, pero caer. Con estos parámetros y ante la inseguridad de trato con el nuevo mandamás, medita. Sólo le rompen los esquemas acciones como las de Alves, Milito o Márquez que se incorporan al trabajo antes del permiso. Por ahí, por el compromiso del grupo, agrietan a Pep.

Con alteración institucional y sin proclama deportiva que llevarse a la boca, a Joan sólo le queda evitar ‘la maniobra orquestada desde el centralismo’: el fichaje de Fábregas por el Real Madrid. Cesç será este verano lo que Villa el pasado. Será el futbolista por el que peleen los dos grandes. Las dos maquinarias se pondrán en marcha para lograr la adquisición del joven talento catalán criado en Londres bajo la disciplina de Wenger. La sombra alargada del alsaciano es el freno con que se encuentran ambas entidades. Si Arsène no sucumbió a la tentación de euros blancos porque se veía trabajando con las manos atadas, el ‘todocampista’ del Arsenal sí vive tentado, pero sin ánimo de traición. La falta de títulos en los ‘gunners’ provoca que escuche a este y a oeste. Pero también es seguro que la cifra que deberán desembolsar en la sede británica no descenderá de los 50 millones de libras. En el Arsenal, Fábregas es intocable, es el capitán, es el líder, es la referencia ante la afición, es el mejor. Si Florentino quiere sustituir a Kaká que sepa que lo esperan: pagó 90 millones de libras por Ronaldo y 30 por Alonso. Si Joan cierra la puerta a Cesç, y lo firma Pérez, es probable que esta asignatura le conduzca directamente a suspender el curso.