El regalazo de Riquelme
román me regaló su camiseta, posiblemente la última que vistió en La Bombonera
El pasado jueves le hice una entrevista a Juan Román Riquelme. Una nota, como dicen los argentinos, que publicaré en breve en AS. Román estuvo agradable, simpático y divertido. Me trató fenomenal de principio a fin. Nos habíamos visto un par de veces en su etapa en España y creo que me recordaba. También iba recomendado por su agente Daniel Bolotnikoff. Lo cierto es que cuando terminó la entrevista me preguntó si iba a ir el domingo a La Bombonera. Prácticamente me obligaba a ir y 'ordenaba' a Claudio, el fotógrafo que realizó las fotos, a que me bajara al vestuario después del partido para que me hiciera entrega de su camiseta. Me gustó la invitación y me sorprendió la promesa, pero realmente no le di excesiva importancia en el momento. Vicente Montes, abogado de Luis Aragonés, Bianchi, Abel y Pellegrini, por citar algunos de sus numerosos clientes, en estos casos entrenadores, también había asesorado a Riquelme en su salida del Villarreal. Montes se encuentra por Buenos Aires y nos consiguió las entradas a Jesús Marín, sus socios ingleses y a mi. Se las dio el presidente de Boca y estuvimos en el palco. Al finalizar el partido nos bajaron a vestuarios para cumplir la indicación del jueves de Román, quien, por cierto, fue el mejor, con tres jugadas magistrales, de un pobre Boca que perdió 1-2 ante Huracán en su último partido de local del campeonato. Allí estábamos esperando, en medio de los gritos de un sexagenario hincha de Boca que rajaba de todo y de todos en un castellano dominado por el italiano. El utillero de Boca, que fue boxeador y peleó en España, donde vivió de 1971 a 1974, departió con nosotros y nos contó como San Román, el Pechuga, ex portero del Atético y entrenador del equipo de veteranos, era promotor de sus combates, mientras nos explicaba que le había dicho a Román que había un periodista español esperándole y que el ex del Villarreal le había dicho que lo sabía. Román salió el último después de atender a los periodistas en zona mixta. En cuanto me vio me entregó una bolsa con una camiseta metida dentro hecha un burruño. Saqué la camiseta, que olía intensamente a su perfume (ni idea de cual es, pero huele bien) y pedí inmortalizar el momento. En ese momento yo era el tío más feliz del mundo, pensando en lo afortunado que era (soy consciente y no dejo de valorar, con la máxima humildad, que soy un privilegiado por trabajar en lo que me gusta y poder vivir estos momentos que a todo futbolero le gustaría vivir). Y la euforia me dominaba al pensar en lo contentos que se iban a poner mis hermanos Carlos y Gonzalo (David también, pero no porque Román sea su ídolo), admiradores de Riquelme y de Boca, porque el 10 de Boca me regalara su 'remera traspirada' (camiseta sudada en argentino). Y eso alcancé a expresarle a Riquelme, la alegría de mis hermanos, además de presentarle mis disculpas por no haber dado suerte a su equipo, del que definitivamente soy seguidor, después de vaivenes con varios equipos argentinos a los que tengo simpatía, pero igual que de pequeño me atraía el Liverpool y la Roma, también me hacía tilín de siempre Boca y el domingo volví a caer conquistado por La Bombonera. Y por el fútbol y la generosidad de Juan Román Riquelme, un genio del balón.
P.D. Estas líneas las dejé editadas anoche de madrugada en el departamento de Puerto Madero (7:28 en España). En estos momentos estaré cerca de embarcar en el avión rumbo a Madrid, si la nube negra lo permite. Iba a viajar con el Atlético a Hamburgo mañana, según aterrizara a las 6:00 de la mañana me iba a quedar en Barajas para tomar el vuelo del equipo que salía a las 10:00, pero creo que, salvo modificación de planes por la engorrosa ceniza volcánica, el charter con el equipo colchonero ha volado a las 17:00 horas rumbo a la final, adelantando su salida por la dichosa nubecita. Creo que me han reubicado en el vuelo del miércoles que desplaza a personal del club, invitados y los héroes del Doblete del 96. Veremos. Si no, me cojo un tren o un coche. Sea como fuere, haré lo imposible por estar el miércoles en HSH Nordbank Arena de Hamburgo.
P.D.2 El viaje genial. Ya iréis viendo cosas en el As estos días. Sólo me faltó esta foto. Jesús Marín me avisó, pero el jet lag me impidió oir los moviles. Estaba muy dormido el jueves que llegamos. Ya me la haré. Y ya le haré una nota.
Escrito por Matallanas | 12:11 p. m. | Enlace permanente