el rincón de judas. artículo publicado en público

Por Antonio Sanz

Cumplió años el Atleti el pasado 26 de abril y lo celebró en Anfield a lo grande. Se atraganta de opciones. Y es que el conjunto rojiblanco se reactivó en una prórroga que regalaron los dos técnicos estrategas. El club que dirige Miguel Ángel Gil disputará dos finales en siete días. Hamburgo y Barcelona acogerán el sueño eterno rojiblanco de recuperar grandeza en Europa y en España. Dicen que lo que mal empieza mal acaba. Sin embargo, tras un titubeante arranque, el oso y el madroño ya brillará en esta campaña.

No terminó igual la cita para el Barcelona. El espíritu de remontada que adornó la ciudad y recorrió el Camp Nou se arruinó tras noventa minutos defensivos del Inter. Si en las horas previas, una cacerolada en los aledaños del hotel de concentración trató de perturbar el descanso de los italianos, al final el dolor de cabeza se lo llevaron Guardiola y los suyos y el alivio, Florentino y sus propios. La presencia de los azulgrana en el Bernabéu atormentaba al madridismo, por eso, se celebró la victoria interista como de un éxito colectivo blanco. Además, en su sempiterna búsqueda de entrenador, José Mourinho, a sus 47 años, se puede convertir en el próximo técnico del Real Madrid. Varios motivos bendicen esta comunión: los deseos del portugués, que anhela triunfar en España tras los éxitos colmados en Portugal, Inglaterra e Italia; el ser uno de los entrenadores que ha puesto contra las cuerdas a Pep; la figura de Jorge Mendes, factótum de Cristiano Ronaldo y con notorias influencias en la directiva de Concha Espina; y su exacerbado trato al barcelonismo, tras trabajar en la entidad como colaborador de Robson y Van Gaal. Sólo un histrionismo mal medido hace dudar a Pérez, quien, sin embargo, ha decidido que sea el de Setúbal el indicado para liderar un proyecto a largo plazo. La imagen de devora-entrenadores quiere ser desterrada.

Pero si para Mourinho resultó una dulce venganza eliminar al Barça, Samuel Etoo se lleva la palma del castigo. El camerunés aún no entiende los motivos que llevaron al club a desprenderse de sus goles. El africano, así se lo hizo ver la cúpula dirigente, salvó dos pelotas de partido antes de abandonar Cataluña. Pese a los ocho títulos que logró, Rijkaard fue el primero que propuso su salida antes de afrontar su última temporada. Era el verano de 2007 y el buen hacer de Beguiristain, la debilidad del holandés y el cariño de Laporta al ‘9’ evitaron la precipitada fuga. Cuatro estaciones después, Guardiola no se amilanó y anunció públicamente que sería despedido. Lo calificado como ‘feeling’ no era más que una enorme distancia en las relaciones sociales y personales entre la caseta del entrenador y el jugador, quien, además, vivía a la suya y, sin tener mala relación con el grupo, era casi una isla en el vestuario. La bomba de relojería que colocó Pérez a Laporta, cuando el Madrid bendijo su traspaso desde Mallorca, estallaba finalmente, tal y como predijo el dirigente. Etoo, lateral izquierdo el pasado miércoles en el estadio donde goleaba, quiere volver a España. Sólo un club le colma: el Real Madrid. Nada mejor que triunfar de blanco donde, además, se forjó de joven. Florentino calcula si su rendimiento merece el riesgo. Las ansias de venganza de Etoo ponen el resto.