el rincón de judas. artículo publicado en público el 24 de abril

Por Antonio Sanz

Demasiadas cuentas pendientes públicas y privadas: te regalo el balón porque no lo has visto en el campo, así se mofó un internacional azulgrana ante dos extranjeros merengues, tras la manita en el Camp Nou; u otro integrante de la plantilla culé se burló amenazando que arrebataría el trofeo ‘español’ ante algunos defensores del estado central. Al final son demasiadas cuitas para mantener una transición pacífica ante cuatro partidos. Si en la Liga se moró un partido que acabó convertido en amistoso con destino a la basura tras desquitarse de un título, la final nos aclaró las caras difuminadas de dos protagonistas que se han ganado la esencia de odiados y perseguidos por las aficiones: Piqué y Pepe. Unos desean incrementar la aversión al catalán que se ha aburrido de levantar la palma de su mano en sentido vertical, para terminar ofreciéndola de manera horizontal por pura obligación institucional; otros se lanzan con altos grados de antipatía contra los gestos provocadores del portugués, quien se exhibe en lo deportivo, pero reitera un fracaso permanente en lo social, silenciado por su propia institución.

Mourinho ha roto la sequía de Florentino, clave para poder escapar con éxito tal y como le gusta al luso, a quien oprime el fracaso para cerrar la puerta y marcharse. Guardiola rumia la desconsideración de perder un central en verano para terminar recolocando a un centrocampista en el eje de la zaga. Y es que mientras escucha que el objetivo es Neymar, clama por recomponer las carencias: Puyol agota su portentoso estado físico, Milito confirma la cuenta atrás, Abidal, circunstancial central, es una incógnita, y Busquets o Mascherano, una emergencia. Y otra que abruma, ¿qué tendrá Messi que termina ahogando a las estrellas, Etoo, Ibra y Villa? Pero a Pep ya le alcanzó la queja discriminatoria del sueco del Milan, cuando dejó el lugar: ‘quédate con los Fiat, que de aquí se marcha un Ferrari’. No todos opinan que el balón de oro merece todo el crédito.