Un monumento entre portugueses (Por Alfredo Duro)
Por Alfredo Duro
No, la pregunta no la formuló ningún periodista español de esos que se buscan solitos entrar al cuarto de la amenaza y la reprimenda. Ninguno de esos periodistas españoles a los que Mourinho desafía en las ruedas de prensa cuando la pregunta incomoda y hurga en el por qué de muchas de sus decisiones. La pregunta, en un ambiente nada hostil y preparado para darse un baño de multitudes, salió de la inocente reflexión de un periodista italiano. Un "giornalista" que al tener delante a Mourinho no pudo reprimir su sorpresa por la suplencia de Casillas. Un portero de leyenda al que el amigo italiano definió como lo que es, "un monumento". Y ahí, ante una conclusión tan pacífica como ilustrativa de lo que Iker ha sido y es en el Real Madrid, volvió a salir el Mourinho de colmillo retorcido incapaz de aceptar la realidad. Y por eso contestó aquello de: "no creo que Casillas sea un monumento. Un monumento es el Madrid". Un doble juego con el que negar a "su portero" y empequeñecerle aprovechando la grandeza del club. Que no es un club cualquiera. Tan grande y legendario es este club que lo de "monumento" no viste ni la décima parte de esa leyenda.
Hablamos, señor Mourinho, de un Olimpo futbolístico que no sólo ha visto desfilar a muchos de los mejores jugadores y entrenadores de la historia, sino que además ha coleccionado títulos y grandeza por igual. Muchos títulos y mucha, mucha grandeza. De esa grandeza puede todavía participar el propio Mourinho, a pesar de haber perdido muchas de las facultades que en algún momento pudieron llevarle a ser uno de los muchos monumentos que jalonan la historia del club. Facultades que tienen mucho que ver con la generosidad que tanto trabajo le cuesta emplear con algunos de sus jugadores. Especialmente con Casillas. Es la misma generosidad que, por ejemplo, supo hacer pública "su portero" el primer dia del nuevo año, cuando asumió su condición de "monumento" del club al hablar de su entrenador y su recién estrenada condición de suplente. Generosidad y humildad para no alimentar fuegos y respetar la jerarquía de su entrenador en cuestiones tácticas.
Y se parece mucho tambíén a la generosidad de la que acaba de hacer gala Cristiano Ronaldo. Un jugador de extraordinaria obstinación por convertirse también en otro de los grandes "monumentos" que han vestido la camiseta del Real Madrid. Un portugués de Madeira que dice sentirse feliz y poco preocupado por todo lo que tiene que ver con su renovación. Seguramente porque ha entendido que el madridismo confía ciegamente en él para seguir engrandeciendo la historia del club. Un portugués que, como el propio Mourinho, fueron recibidos en el club como dos de los mayores "monumentos" que el fútbol mundial podía ofrecer cuando llegaron al Real Madrid. A ellos, y a gente como Iker Casillas, se aferra la esperanza de esa décima Copa de Europa que tarde o temprano levantará ese chaval de Móstoles al que algunos periodistas italianos llaman "monumento".
Escrito por Matallanas | 8:21 p. m. | Enlace permanente