Luis Aragonés ha empezado a trabajar esta mañana con sus seleccionados. Quedan siete sesiones de entrenamiento hasta el partido del sábado ante Eslovoquia, pero el seleccionador nacional ya tiene el once en mente. La mayor novedad es el cambio de sistema, del 4-4-2 al 4-3-3, que va introducir el seleccionador español. Estaba cantado desde que prescindió de Joaquín en la convocatoria. La alineación que piensa disponer Luis para el decisivo partido de ida de la repesca es la formada por Iker Casillas; Michel Salgado, Puyol, Pablo, Del Horno; Albelda, Xabi Alonso, Xavi; Raúl, Torres y Reyes. Salvo imprevisto o que durante los entrenamientos Luis considere conveniente realizar algún cambio, este será el equipo que alineará, en el que destacan las novedades de Pablo por Marchena (el valencianista no se entrenó esta mañana por encontrarse indispuesto, pero la decisión la manejaba Luis desde el choque ante Bélgica) en el centro de la zaga. Y la entrada de Reyes por Vicente para formar una tridente en la delantera con Torres y Raúl. El mayor riesgo que asume Luis, a mi juicio, es variar el sistema que ha venido empleando en toda la fase de clasificación. Para jugar con el triángulo mágico en la zona de creación y destrucción considero que debería alinear a Xabi Alonso con Xavi y Baraja por delante. El medio centro del Liverpool puede soportar el equilibrio como David Albelda y la entrada de Baraja te da más opciones de llegada al áerea. Pero el que decide y el único que se equivoca o acierta es Luis y él considera que el balance defensivo de Albelda es muy importante para hacer coberturas cuando Del Horno y Michel Salgado se sumen al ataque ocupando las bandas que han dejado libres ahora los denostados extremos Joaquín y Vicente.